Griñán no tiene escapatoria
Las últimas revelaciones sobre el caso de los ERE andaluces, que se derivan de la instrucción del caso que lleva a cabo la jueza Mercedes Alaya son de la mayor gravedad y exigen la depuración de las responsabilidades penales y políticas. Y en estas últimas y de especial manera las del actual presidente de la Junta Andalucía y también del PSOE, José Antonio Griñán, el que fue Consejero de Economía en el gobierno de Manuel Chaves, en el que se puso en marcha la trama para el robo de los fondos destinados a paliar los problemas del paro en los ERE fraudulentos que escaparon al máximo control político, a pesar de numerosas advertencias de la Intervención pública ante la citada Consejería de Griñán.
Ha dicho Griñán, despreciando la verdad, la democracia y los más elementales valores de la izquierda, que él no asumirá ninguna responsabilidad política (ya veremos si la jueza Alaya no acaba llamándolo a declarar como imputado al final de su instrucción, por causa de su aforamiento). Y semejante actitud la consienten en el PSOE a su presidente y la tolera y asume Izquierda Unida, que en estos momentos sustenta el gobierno de Griñán con sus apoyos parlamentarios, lo que acabará dañando gravemente a IU.
Sin darse cuenta los unos y los otros que el caso de los ERE y las responsabilidades políticas de Griñán (y puede que también el de Manuel Chaves) donde más han calado en la sociedad española ha sido en la izquierda, por lo que significa el que se haya robado o estafado ingentes cantidades (mas de 1.000 millones de euros) del dinero del paro desde el interior de un gobierno socialista, y en Andalucía, la región con más paro de España (30%) y puede que de Europa. Para colmo del daño a la izquierda española en los últimos datos procesales aparece la sospecha de que los sindicatos CC.OO. y UGT se han podido beneficiar de comisiones excesivas de los ERE irregulares, a lo que los jefes sindicales de Andalucía han respondido ofreciendo sus cuentas, cuando lo que tienen que hacer es dar todos los datos de esas comisiones y de las gestiones que se mencionan en los autos de la juez.
Si el PSOE quiere mirar hacia otro lado en el caso catalán de su imparable ruptura política e ideológica con el PSC, allá ellos con sus decisiones porque perderán en el resto de España más votos y escaños de los que podían perder presentando sus siglas, PSOE, en Cataluña. Si no quieren cesar a Oscar López por el fiasco de la alcaldía de Ponferrada y pretenden arreglar el caso reforzando las posiciones de “la igualdad” en el aparato del partido, allá ellos. Y si quieren jugar, hasta el último disparo, a la ruleta rusa en el caso de José Blanco, allá ellos también a la espera de lo que decida el Tribunal Supremo.
Pero el caso de los ERE es emblemático para la izquierda y para la democracia. Y ello por más que lo utilice el PP para tapar sus vergüenzas con Gürtel y con Bárcenas, también graves y también merecedoras de la depuración de las responsabilidades políticas y penales. Pero ahora estamos hablando de los ERE y de Griñán, del presidente del PSOE (por eso él está ahora tan complaciente con Rubalcaba) y Andalucía, la región más deprimida de España. Y ahí no caben excusas, ni huidas hacia delante, ni escudos frente a la derecha, ni más mentiras ni más obscenidad política y social. Más bien y al contrario a lo que obliga el presente momento es mucho más directo y sencillo: ejemplaridad y responsabilidad.
Y si Griñán no dimite de la Junta y del PSOE y no se va, todo lo que haga este partido para recomponer su discurso y elaborar una alternativa al PP se quedará en poca cosa o en nada, porque habrá perdido la credibilidad que le queda, que no es mucha y así habrá añadido a sus problemas de cohesión nacional e ideológicos y de liderazgo cuestiones relativas a la honradez y a la dignidad y eso no se arregla con facilidad.
Inquietus est et magna moliens hispaniorum animus. Prefiero Italia y a los italianos mil veces. La vulgaridad y la medianía personal es una rara avis en Italia, fruto habitual en esta tierra de garbanzos.