Reunión de pastores UE, oveja griega muerta
Comienza la semana decisiva para España en la UE. Ayer se han reunido el secretario del Tesoro de EE.UU., Timothy Geithner con el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaüble, en una isla del mar del Norte de Alemania, para hablar de la crisis del euro y por supuesto de los países mediterráneos del Sur, Grecia, España e Italia. Y hoy el americano viajará a Fráncfort para verse con Mario Draghi, el presidente del BCE con similares objetivos, mientras el primer ministro italiano Mario Monti, el alfil de la negociación, no cesa de visitar las cuatro esquinas del tablero de ajedrez europeo en el que se está jugando la partida decisiva sobre el euro, con Italia y España allí incluidas.
Están pues reunidos en distintos conciliábulos los primeros jefes o pastores del rebaño del euro, y dice un refrán español: “reunión de pastores, oveja muerta”. Y en esta ocasión todo apunta a que será la oveja griega la que caiga en la cazuela de los grandes amos de las finanzas de Occidente, como son al día de hoy, EE.UU, BCE, Alemania y el FMI que está siguiendo de cerca estos encuentros. Los europeos, empezando por los alemanes están cansados de los incumplimientos de los griegos y da la impresión que además han decidido dar un escarmiento y un aviso a navegantes empujando a Grecia a salir del euro.
¿Y España? Pues Rajoy está a la espera, en capilla, y ayer fue a reunirse con sus barones -”a despedirse”, decía con maldad una alta fuente del PP-, como quien se va de excursión para hacer algo de tiempo a la espera de conocer las notas de los exámenes del curso que termina que no ha sido, precisamente, bueno para los españoles sino mas bien catastrófico. Rajoy busca la foto y el apoyo de los suyos y está atento al teléfono a ver si poco a poco se va decantando la situación y el jueves el BCE da luz verde a la esperada –o ilusa- doble compra de deuda española: por el BCE en los mercados secundarios; y por los fondos de estabilidad de la UE (FEEF) directamente al Tesoro español. Naturalmente, todo ello previa petición de rescate de España por parte el Gobierno de Rajoy y previa aceptación de la intervención plena de nuestro país por la “troika” de los hombres de negro del BCE, FMI y C.E.
E incluso eso no está fácil porque los alemanes se resisten a pesar que Moncloa considera que el ministro Schaüble está muy a favor de España. Lo que no parece cierto sino que este personaje misterioso y en silla de ruedas se reparte los papeles con Merkel: el hace de “policía bueno” y la Merkel de “Cruella de Vil”, que en definitiva es la que manda. O sea, que don Mariano Rajoy está a verlas venir porque no le dan vela en el que parece que será -con sus popes y todo- el entierro del euro en Grecia, o algo parecido.
España cuenta seguramente con el apoyo de Geithner, entre otras cosas por el regalo que le ha hecho Rajoy a Obama, prorrogando el Tratado bilateral militar por otros ocho años y metiendo en él y de matute, y sin mayores contrapartidas importantes para España, el escudo anti misiles USA que ya se está desplegando en Rota. De manera que cabe esperar que el embajador USA en Madrid, Salomon, se haya preocupado de pedirle a Geithner que ayude a España. Es lo menos que podrían hacer.
Asimismo, Rajoy está a la espera de le visita Monti en Madrid, porque el italiano, que tiene mejores relaciones que el español en la cúpula de la UE, no para de moverse y va de Berlín a Fráncfort y de allí a París a ver a Hollande. El francés que ayer se fue a los Juegos de Londres a ver el partido de balonmano femenino entre Francia y España (que termino con empate a 18 goles) en la buena compañía del primer ministro Cameron, con quien sin duda habrá hablado de los problemas del euro, y de la dureza de Alemania. A la que, por cierto, el presidente del Eurogrupo, Juncker, le leyó la cartilla recordándole que no son los dueños de la UE.
España está pues a lo que caiga, a lo que le ofrezca el BCE y la UE, y gracias a Dios que cuenta con la ayuda de Monti, porque a Rajoy ya se le ha acabado el discurso y la capacidad de actuar y está a verlas venir, o a verlas llegar. En suma España está en este momento crucial a la espera que le digan qué tipo de rescate ha de pedir Madrid a la UE, sin más dilaciones y si no quiere seguir el camino de la oveja griega, que al parecer se va a sacrificar como aviso a los demás.