Habrá rescate y cuidado con Alemania
En España las alegrías duran muy poco, menos de 24 horas, que es lo que ha tardado en desvanecerse la bonita declaración del presidente del BCE, Mario Draghi, en la que se presentó como el paladín que se enfrentará a la Hidra de los mercados en defensa del euro (“a buenas horas mangas verdes”). Ni siquiera las dulces palabras del comunicado conjunto de Merkel y Hollande, en línea con lo dicho por Draghi, han permitido mantener vivo el encanto del fugaz optimismo del pasado jueves, porque los datos del paro y los negros augurios del FMI (-1,2 de PIB en 2013) nos han devuelto a la cruda realidad. Al horizonte del rescate de España que tanto teme Rajoy, por la cuenta que le trae a él y a su Gobierno y que se presenta como algo inevitable, vista la extrema delgadez del Tesoro publico y la enorme deuda.
Por todo ello, mucho nos tememos que la agencia Reuters le volverá a ganar la partida a la vicepresidenta del Gobierno, Sáez de Santamaría, que en la rueda de prensa del Consejo de Ministros -que se ha convertido para ella en un potro de tortura- volvió a negar lo que todo el mundo sabe: que España pedirá a la UE el rescate de la deuda del Estado. En realidad lo único que falta por saber es la fecha y si se van a solicitar unos 200.000 o 300.000 millones de euros (ademas de los 100.000 del rescate bancario). O si el Gobierno español seguirá con el disimulo y nos hablara de otra linea de crédito por entregas, y de un nuevo éxito de Rajoy, gracias a sus presiones por lo que en cuanto el presidente pida el rescate mayor, del Estado, dirá que todo esta arreglado y que por ello se va a Londres a ver las Olimpiadas.
España debe pedir un rescate suficiente para hacer frente a los compromisos exteriores de deuda publica de lo que queda de 2012, de todo 2013 y del primer semestre de 2014 si para entonces nuestro país entra en crecimiento y se aproxima, aunque sea reptando, a los objetivos de déficit planteados por la UE. Ademas, debe abordar las deudas de las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos, y vigilar de cerca los costes del paro y de la seguridad social, ante el imparable aumento del desempleo. Y a no perder de vista los altos intereses que estamos pagando en estos meses por la deuda.
Pero, ¿a que viene tanta mentira y tanto disimulo si Rajoy y Montoro han dicho que no hay dinero en España para pagar los servicios públicos ni las nominas del Estado? Estamos en una lamentable situación económica y social y en la mayor precariedad política. Y Rajoy permanece en la cueva, recibiendo a escondidas a los sindicatos y los partidos de la oposición, en vez de hablar alto y claro a los ciudadanos, y mientras su ministro De Guindos “hace la calle” por Berlin, Bruselas, Francfort y Paris, a ver que cae y viendo los borradores del nuevo MoU del rescate global de España que incluye la intervención ppr las bravas del país y del Gobierno de Rajoy.
En realidad lo ideal es que España pida el rescate cuando antes y que lo explique diciendo que no había otra salida y que nos ayudara a salir mas rápidamente del foso en el que estamos, porque con nuestros propios recursos no llegábamos a ninguna parte ni al objetivo de déficit en el tiempo previsto. O sea, decir la verdad y ganar tiempo. Todo lo demás es ir a remolque de los acontecimientos y arruinar, más si cabe, la credibilidad.
Y dicho esto vamos a decir que las reacciones de ciertos políticos, medios y bancos de Alemania a las declaraciones europeistas del BCE en favor de ayudar a España e Italia, maldiciendo a los ciudadanos del Sur de la UE huelen que apestan a III Reich, solo les falto decir algo sobre los gitanos o los judíos del Sur, ademas de lo de vagos y orgullosos despilfarradores. Que se cuide y muy mucho Angela Merkel de no fomentar el ataque al Sur ni la ruptura de la UE entre los ricos del Norte y los pobres del Sur porque eso no es Europa, ni es democrático y los europeos no lo vamos a consentir.