Zapatero frente a Mohamed VI
¿Se pondrá Zapatero del lado de Mohamed VI si la ola de revueltas en el mundo árabe se instala con intensidad en Marruecos? Esto sería lo que le faltaba al PSOE para ir de cabeza al matadero electoral, porque el sentimiento de los españoles frente a Marruecos es mas fuerte y superior que el que se enfrentó a José María Aznar por su apoyo a la guerra de Irak. De manera que mucho cuidado con Rabat y con la visita de Trinidad Jiménez a Marruecos prevista la semana próxima, como lo adelantó ayer José Oneto en este diario.
Porque recientes y calientes están todavía en la mente de los españoles el cúmulo de agravios, chantajes y desafíos del régimen autocrático de Mohamed VI, por numerosos motivos, como son el Sáhara –con la represión reciente al campamento saharaui-, Ceuta y Melilla, la inmigración ilegal, la pesca, la prensa española, e incluso contra el PP al que el gobierno de Rabat le montó una manifestación en su contra en Casablanca, porque Rabat todavía no olvidó la respuesta contundente y militar que Aznar le dio a la ocupación del peñón de Perejil.
Es verdad que las relaciones de España y Marruecos son malas –la presencia en Madrid de un embajador saharaui, sometido a Mohamed VI, fue otra provocación-, y a la vez intensas e importantes y sometidas al tópico de “estamos condenados a entendernos”. Pero una cosa es la prudencia y la diplomacia y otra si llega el caso de enfrentamientos –que puede llegar- que el Gobierno español se ponga del lado equivocado y autoritario del régimen de Mohamed VI, del que el embajador norteamericano en Rabat ha dicho –como lo publicó Wikileaks- lo mismo que dijo su colega de Túnez, sobre los abusos y corrupciones de la cúpula del poder alauita.
Aunque vista la velocidad y la facilidad con las que Zapatero se ha convertido a la religión de los mercados, lo mismo podría ocurrir con su posición ante Marruecos, empujado por los Estados Unidos o por Francia, o por el mismísimo Felipe González que tantos amigos tiene en el entorno del rey de Marruecos.
Ya sabemos que el PP, que presume ser “el partido de los trabajadores” y que se las ha tenido tiesas con Mohamed VI, llegado el caso se pondrá a las órdenes de Obama. Pero el PP tiene un año delante de aquí a las elecciones generales de 2012, con lo que será a Zapatero a quien le toque mojarse y asumir la crisis marroquí si llega el caso. Como le está tocando la reforma económica, financiera y social, y el riesgo del rescate de España por parte de la UE, cosa que habría evitado con el adelanto electoral por mas que perdiera las elecciones. Pero el señor de Moncloa es así, y a Rajoy le toca otra vez el papel de espectador. que sin duda es el más cómodo, y además tiene motivos de agravio suficientes con Mohamed VI y su gobierno como para no tener que comprometerse en la crisis.
Naturalmente, si la situación marroquí se complica puede que un destacado actor en escena lo sea el Rey de España, por su especial relación con la monarquía alauita. Y aquí también se debe de extremar la prudencia porque nunca hay que olvidar el sentimiento de los españoles. Y el Rey tampoco habrá olvidado lo que le hizo Hassan II con la marcha verde sobre el Sahara español, a los pocos días de que el entonces Príncipe de Asturias visitase las tropas que España tenía desplegadas en ese territorio que luego, con el régimen de franco moribundo, recibieron la orden de “huir”, o de abandonar ante la inolvidable indignación del conjunto de la nación española que nunca lo olvidará.