La agroindustria regional atraviesa una etapa de ajuste estructural. A la presión por costos, se suma la necesidad de escalar operaciones, diversificar geografías y responder a estándares energéticos y tecnológicos cada vez más exigentes, especialmente en mercados internacionales. En este contexto, varias compañías del sector han optado por reorganizar su modelo productivo y acelerar inversiones de largo plazo.
Ese proceso se refleja en el Informe 2024–2025 presentado por Magdalena, documento que sistematiza los principales movimientos realizados durante el último ciclo, en un entorno de creciente competencia.
Uno de los cambios más relevantes fue la ampliación de operaciones fuera de Guatemala mediante la adquisición del 80 % del Ingenio Caña Brava, ubicado en Piura, Perú. Este tipo de operaciones responde a una tendencia en el área: la búsqueda de escala productiva y diversificación geográfica como mecanismos para reducir riesgos climáticos, logísticos y de mercado. En particular, en la agroindustria azucarera y sus derivados.
La transformación del sector también pasa por el componente energético. El incremento de los costos eléctricos y las exigencias de los mercados han impulsado inversiones en generación propia. En ese marco, durante el periodo se puso en operación la primera fase del Parque Solar Magdalena I, con 66 MWp de capacidad instalada y una producción estimada de 142 000 MWh anuales. La segunda se encuentra en construcción y su entrada en operación está prevista para el primer trimestre de 2026.
Además de la energía, la modernización industrial se ha convertido en un factor clave para sostener la productividad. Durante el ciclo evaluado se inició la expansión de una nueva unidad en el occidente del país, orientada a integrar tecnología, eficiencia operativa y desarrollo territorial. Una combinación cada vez más frecuente en proyectos industriales de gran escala.
La innovación científica aparece como otro eje estructural del periodo. El informe da cuenta de avances en investigación aplicada en ámbitos como biomoléculas, enzimas y proteínas alternativas. Líneas que están ganando relevancia a nivel global por su potencial en salud humana, animal y aplicaciones ambientales. Estas iniciativas se desarrollan en colaboración con universidades nacionales e internacionales, un esquema que busca acelerar resultados y reducir brechas tecnológicas.
El documento incorpora, asimismo, información sobre el empleo y la formación del talento. Un aspecto central de este sector intensivo en mano de obra. Actualmente, más de 13 900 personas forman parte de las operaciones, con programas enfocados en capacitación técnica, salud y seguridad laboral.
Durante la presentación del informe, Jorge Leal, CEO de Magdalena, señaló que la próxima estrategia 2030 planteará la expansión internacional y el fortalecimiento de capacidades científicas e industriales. En línea con los cambios que enfrenta la agroindustria regional, constituirán los ejes de largo plazo.
En conjunto, los datos del periodo permiten observar cómo el rubro avanza hacia modelos más diversificados, con mayor integración energética, científica e industrial. Todo ello en respuesta a un entorno productivo cada vez más exigente y competitivo.
EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: