Consumo

¿Qué está pasando con el aceite de oliva?: la botella ya alcanza los 10 euros en los supermercados de España

El calor y la falta de lluvias han provocado un bajo 'stock' que impacta con fuerza en el bolsillo de los consumidores

Estantes de aceite de oliva en un supermercado.

EFEEstantes de aceite de oliva en un supermercado.

En los últimos días, si usted ha ido al supermercado, habrá comprobado como el precio del aceite de oliva se ha disparado de forma alarmante, hasta tal punto que una botella que rondaba los 4-5 euros ahora vale 7-8, incluso 10 si hablamos de primeras marcas o de la modalidad virgen extra. De hecho son muchos los supermercados como Carrefour que han puesto algunas marcas de aceite de oliva virgen extra a a 9,90 euros para no romper la barrera psicológica de los 10 euros.

Hasta tal punto ha llegado la subida que ahora es prácticamente imposible encontrar una botella de aceite de oliva de 'marca blanca' por debajo de los 6 euros. Y las primeras marcas como Carbonell superan con holgura los 8 euros, alrededor de 10 si es virgen extra, lo que hace que una gran parte de los consumidores se decanten por el aceite de girasol, mucho más económico tras superar la subida generalizada que tuvo lugar por la guerra de Ucrania, o el de orujo.

Pero, ¿qué está sucediendo? Hace unos días, Asaja Alicante (la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de esa provincia) explicó en un comunicado que la floración adelantada de este año, que hacía presagiar una buena cosecha, acabó "quemada" por el calor y la falta de lluvia cuando el cultivo lo requería, por lo que el bajo 'stock' ha disparado el precio del aceite, con el hándicap añadido de "no generar beneficios para el agricultor".

En resumen, la subida de precios en el lineal del supermercado se debe a que la producción ha descendido en todo el país y ha provocado falta de 'stock', perjudicando no sólo al cliente, sino también al agricultor.

Y las previsiones no dan lugar para la esperanza. Asaja recalca que salvo que tengamos un otoño muy lluvioso, la organización espera que España registre "muy poca" cosecha.

La consecuencia es que el aceite de oliva cuesta ahora un 86,4% más que en 2022 y se prevé que el precio continúe en ascenso los próximos meses.

En este sentido, Asaja Alicante ha señalado que España, primer productor mundial de 'oro líquido', se enfrenta a numerosos desafíos: la escasez de agua, los bajos precios percibidos por los agricultores y el incremento de los 'inputs' fijos y variables.

Además, "tenemos que lidiar con la falta de reciprocidad a la que nos condena Europa por imponernos unas reglas del juego diferentes a las de terceros países", remarca la asociación, quien también recuerda que el Gobierno decidió inyectar en octubre 115 millones de euros a la agricultura de Marruecos para promover su desarrollo, dinero que se emplearía en la plantación de 600.000 nuevos olivos mientras que el cultivo pierde fuerza en nuestra nación.

Asimismo, el responsable de la sectorial de olivar y aceite de oliva de Asaja Alicante, Hugo Quintanilla, insiste en "la necesidad de concienciar al consumidor sobre la calidad del aceite de oliva virgen extra" e invita a revisar las etiquetas para comprobar el origen y la fecha preferible de consumo. "Sobre todo cuando está filtrado, se puede llegar a conservar en buenas condiciones hasta 36 meses; pero a partir de los 9-12 meses las propiedades organolépticas del 'oro líquido' empiezan a decaer", ha señalado el responsable sectorial.

Igualmente, ha instado a revisar "la composición del producto, pues la mezcla del aceite de oliva con otras grasas, como la de girasol, está actualmente prohibida en España, aunque su fabricación sí es legal en otros países europeos", lo que puede llegar a producir una venta "engañosa y camuflada" en supermercados promovida por envasadores extranjeros para abaratar el precio y atraer consumidores.

Producción muy baja de aceite de oliva

Por su parte, el sector del olivar de Cooperativas Agroalimentarias ha reclamado en los últimos días ayudas para paliar los efectos de la sequía, que puede provocar la reducción de la próxima campaña a 737.000 toneladas de aceite de oliva, según las primeras estimaciones.

En un comunicado, Cooperativas ha asegurado que es necesario que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y las comunidades autónomas establezcan medidas de apoyo a agricultores y cooperativas, ante dos campañas consecutivas de producción inferiores al 50 % de la media.

El olivar lleva sufriendo una grave sequía durante los últimos cuatro años, especialmente en el último, y se estima que la campaña de aceite de oliva 2022/2023 sea la segunda inferior en producción del siglo.

Las primeras estimaciones para la campaña que comienza en octubre de 2023 hablan de una producción "muy baja", en torno a las 737.000 toneladas de aceite de oliva, según las cooperativas.

"Una vez más, la bajada de producción no compensará los costes de producción, incluso con los precios actuales. Muchos olivicultores no van a tener ingresos durante dos años consecutivos, ocasionando situaciones dramáticas en el campo, en las cooperativas y en el mercado", ha afirmado la organización.

Por eso, ha pedido que se considere al olivar un cultivo prioritario a la hora de otorgar las ayudas a la sequía que se van a establecer en la orden ministerial pendiente de publicación.