TRAS DOS AÑOS DE POLÉMICAS

Francia, primer país en prohibir los vuelos internos cortos para combatir el cambio climático

La medida afecta a los vuelos domésticos si hay una alternativa en tren de menos de dos horas y media. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional la tacha de "completamente absurda" y que "no sirve para nada"

El despegue de un avión de Air France.

EFEEl despegue de un avión de Air France

Francia prohíbe a partir de este miércoles los vuelos regionales cuando existe una alternativa en tren de una duración de menos de dos horas y media, tras reiteradas polémicas en un contexto de lucha contra el cambio climático y reducir las emisiones de carbono de este tipo de servicio regular del transporte aéreo.

El Diario Oficial francés ha publicado este martes la medida, incluida dentro de la ley Clima del 22 de agosto de 2021, por lo que tiene efecto inmediato en los enlaces aéreos entre Nantes, Burdeos, Lyon y la más importante, París Orly-Burdeos, que tuvo 566.000 pasajeros en 2019, el último año completo de funcionamiento.

No están amenazadas líneas desde Orly como París-Niza, París-Toulouse o París-Marsella, ya que en todos esos casos el trayecto de tren alternativo es de más de tres horas.

El decreto, que se aplica por un período de tres años, señala que los trayectos en tren deben tener "frecuencias suficientes y horarios adecuados", mientras que la conexión debe permitir al pasajero estar más de ocho horas en el destino durante el día.

Además, el trayecto del servicio ferroviario deberá efectuarse entre estaciones que presten servicio a las mismas ciudades que los respectivos aeropuertos de que se trate.

"No obstante, cuando el más importante de estos dos aeropuertos, habida cuenta del tráfico medio registrado en los últimos siete años, esté directamente servido por un servicio ferroviario de alta velocidad, la estación que se tendrá en cuenta para la aplicación de las disposiciones del presente apartado será la que sirva a este aeropuerto", explica el decreto.

Al respecto, el ministro de Transportes francés, Clément Beaune, ha celebrado que esta medida es un paso esencial y un fuerte símbolo en la política de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

"Somos los primeros que lo hacemos", señaló el ministro, después de recordar que se había comprometido a "prohibir las líneas aéreas en caso de alternativa (en tren) de menos de dos horas y media".

Tras el revés de la Comisión Europea, la UAF ha recurrido ante el Consejo de Estado, básicamente con argumentos formales: el decreto del Gobierno se asienta en una norma que permite imponer una interdicción al transporte durante un periodo máximo de tres años si se justifica por razones puntuales de contaminación.

Sin embargo, para los aeropuertos franceses, el objetivo de reducir los vuelos es reducir las emisiones que causan el calentamiento global, y ése no es un problema temporal que vaya a desaparecer en tres años.

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), a través de su directo general, Willie Walsh, ha calificado la medida de "completamente absurda" y que "no sirve para nada".

En este sentido, Walsh explicó que si se eliminaran todas las rutas de menos de 500 kilómetros en Europa, se suprimiría el 24% de los vuelos, pero, en cambio, las emisiones de CO2 caerían sólo un 3,84%, citando un informe de Eurocontrol.

Además, una de las patronales de las aerolíneas, A4E, lamentó que "prohibir estos viajes solo tendrá efectos mínimos" en la emisión de CO2. También afirmó que los gobiernos deberían apoyar "soluciones reales y significativas" al problema.