Violencia sexual en Colombia

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colombiaMujer en las calles de Cartagena, Colombia.

Todos solemos pensar que durante un conflicto armado ninguna de las partes sale ganando. Y es cierto. Pero los hay que pierden más que otros. Ese es el caso de un segmento de la ciudadanía colombiana, en concreto un segmento formado enteramente por mujeres. Diferentes asociaciones por la defensa de los derechos humanos han acabado con el silencio que rodea la violencia sexual en países como Colombia, donde ésta se asimila como parte del conflicto entre los paramilitares, la guerrilla y las fuerzas de seguridad. Las mujeres que denuncian el acoso explicitan que los abusos se producen por todas las secciones de la lucha, lo que hace que ellas se conviertan en el elemento más vulnerable e inseguro de la sociedad colombiana.

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Mujer en las calles de Cartagena, Colombia.

De este modo, Amnistía Internacional denuncia la situación de tensión y peligro en la que viven miles de mujeres y niñas, susceptibles de ser una pieza más del engranaje de la guerra. A costa, eso sí, de sus propias vidas. Las autoridades, por el momento y pese a la promesa del presidente de Juan Manuel Santos de perseguir los delitos contra los derechos humanos, no han hecho amago de querer poner freno a este fenómeno, cercano ya al feminicidio que se vive en países como México. En este caso, como en el que nos ocupa, las mujeres son moneda de cambio.

En Colombia se contabilizan cada vez más violaciones y abusos sexuales por parte de los implicados en el conflicto. Muchas de las féminas son utilizadas como esclavas sexuales, o agredidas para que el terror germine y se extienda en las comunidades, favoreciendo la imposición del control militar por parte de los interesados. Otras veces estos incidentes se producen para que las familias, asustadas, huyan de la zona dejando sus casas y sus tierras, al tiempo que suele ser común utilizar a una mujer para vengarse de algún adversario. Mientras todos estos hechos se suceden, los culpables permanecen impunes.

De hecho son muy pocos son los hombres que han dado con sus huesos en la cárcel debido a delitos de violencia sexual en los 45 años que dura el conflicto armado. Mientras tanto, las mujeres colombianas viven con miedo. Si quieres poner tu granito de arena, mostrar tu solidaridad con ellas y, sobre todo, pedir que se haga justicia, desde a página web de Amnistía Internacional puedes enviar un mensaje al Presidente de Colombia Juan Manuel Santos.

Foto: Ben Bowes