Quienes conocen bien el mercado del videojuego saben que Square Enix, una de las principales empresas japonesas, no se sentía precisamente como pez en el agua en sus divisiones occidentales. Para afrontar su salto a Occidente, la compañía adquirió una serie de estudios e hizo una inversión millonaria que la colocó en primer plano de todos los titulares. De ese tiempo han pasado muchos años y, en ese tiempo, Square Enix ha intentado encontrar su lugar en Estados Unidos y Europa. Por desgracia, no lo ha hecho.
Y la mala noticia de ello es que ni la empresa ha obtenido los beneficios que esperaba, ni los fans han podido disfrutar de los juegos que les hubiera gustado tener en sus manos. Por ese motivo, la empresa japonesa ha vendido todas sus propiedades, tanto los estudios como las licencias y juegos, a Embracer Group.
El montante de la operación ha sido de 300 millones de dólares, una cifra irrisoria teniendo en cuenta el valor de lo que han adquirido y la inversión que tuvo que hacer en su momento Square Enix. Eso sí, no hay que dejar de lado que, con estas adquisiciones, Embracer también se hace responsable de más de 1000 sueldos de empleados que trabajan en los distintos estudios que han adquirido. A partir de ahora, lo más probable es que pongan toda la maquinaria a trabajar a pleno rendimiento.
En esta operación, Square Enix se ha desprendido de Eidos Montreal, Crystal Dynamics y Square Enix Montreal. Con estos estudios se marchan todas las IPs que la empresa tenía en su posesión. Lo único que se han quedado, por lo que se ha mencionado, es el derecho de publicación en el extranjero de las sagas Life is Strange, Outriders y Just Cause.
Lo que se plantean muchos fans es cómo puede ser que Square Enix haya tomado esta decisión de venta por un precio de solo 300 millones de dólares. Dice la empresa que utilizará ese dinero con el objetivo de invertir en sectores en los que todavía no tiene presencia y por los que siente interés. Es el caso de la tecnología blockchain, en la que ya comentó tiempo atrás que tendría la intención de desarrollar juegos. No obstante, suponemos que incluso la propia Square Enix sabe que esta tecnología se ha quemado tan rápidamente como el papel y que ya no genera ningún tipo de interés.
Es más probable que, simplemente, Square Enix haya querido pasar página. El pago de 300 millones de dólares les permitirá aportar fondos a la caja y, al mismo tiempo, estarán ahorrando los salarios mensuales de todos los empleados tal y como hemos mencionado antes. Por otro lado, la empresa había llegado a un punto de inflexión con sus IPs y estudios occidentales, a los que no sabía cómo sacar partido.
En los últimos años, Square Enix se ha concentrado en el desarrollo de juegos japoneses, no todos ellos de gran calidad ni alto presupuesto, dejando de lado a sus equipos occidentales. Una buena demostración de ello se encuentra en que la saga Tomb Raider, una de las principales de las que se han desprendido, no protagoniza una nueva entrega desde hace años. Con ese tipo de enfoque, era imposible que pudieran contentar a los usuarios y que sus fondos llegasen a aumentar.
Ahora la gran pregunta es qué hará Embracer Group con todas estas propiedades. Con anterioridad han hecho otras adquisiciones y su filosofía suele ser de permitir a los estudios trabajar en los proyectos que crean más convenientes. Eso está totalmente en contraposición a la filosofía de Square Enix, que ya se sabe que había rechazado muchas de las propuestas realizadas por sus estudios. Otra posibilidad se podría encontrar en que Embracer, un grupo anteriormente conocido como THQ Nordic, el cual lleva creciendo de forma progresiva en los últimos tiempos, piense en hacer una venta futura de sus propiedades.
Algunas de las sagas que han llegado a mano sde Embracer Group debido a esta adquisición, incluyen títulos tan renombrados como Tomb Raider, Thief, Legacy of Kain o Hitman. Son franquicias millonarias que, no hay que olvidarlo, ayudaron a Square Enix en aquellos tiempos en los que la saga Final Fantasy, su buque insignia, se encontraba pasando por una crisis. Por eso sorprende la decisión que ha tomado la empresa japonesa en lo que ha sido denominado por los especialistas como una de las operaciones más inesperadas y de valor peor ajustado entre las muchas que se han visto en los últimos meses en el mercado del videojuego.
Es muy probable que, si Square Enix hubiera negociado con Microsoft, la cantidad que hubieran obtenido fuera muy superior. No obstante, para el público parece que va a ser una buena noticia que sea Embracer quien se ponga al frente del control de estos estudios. Quizá sea, finalmente, la forma de recuperar algunas de las marcas más famosas de estas empresas que habían quedado en el olvidado durante tanto tiempo, como el ya mencionado Legacy of Kain.