Pal Robotics, una de las startups españolas más punteras, cumple 10 años

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En 2004 comenzaba a vislumbrarse la que sería la tendencia generalizada en los hábitos de consumo del futuro. La tecnología dejaba de ser una herramienta para el trabajo o para la investigación y se convertía en algo cotidiano, más asequible y completamente personalizable. En consecuencia, la oleada de nuevas empresas tecnológicas adquirió dimensiones verdaderamente notables. Pal Robotics nacería aquel año y ya en sus comienzos demostró que no era un proyecto tecnológico más. No en vano, esta firma española diseña y produce humanoides.

Conscientes de estar explotando un ámbito de negocio poco frecuentado en Europa, los fundadores de Pal Robotics (dos italianos y dos españoles) tuvieron que realizar en sus inicios una gran campaña de marketing y publicidad para explicar amena y comprensiblemente su proyecto. Diez años después, la compañía está integrada por 33 empleados que provienen de diez países distintos y de los cuales 26 son ingenieros. Se trata por tanto de una empresa en la que la investigación y el desarrollo de nuevos sistemas es una constante diaria, cosechando avances con grandes aplicaciones en el futuro.

Vinculada comercialmente al conglomerado Pal Group (con sede social en los Emiratos Árabes Unidos), la compañía española tiene como principales líneas de actuación el desarrollo de humanoides que sirvan a las personas por distintas vías. Los ámbitos más importantes serían la sanidad y la dependencia, concebiendo a estos modelos como excelentes apoyos para personas convalecientes o discapacitadas. Por supuesto, las aplicaciones prácticas de estos robots incluyen su uso en determinados trabajos (cadenas de montaje, desplazamiento de cargas...) así como en situaciones de emergencia.

Los cálculos que manejan desde Pal Robotics aplazan hasta dentro de treinta años el uso cotidiano de los humanoides. Conscientes de las reticencias de muchas personas a tener a un robot inteligente en la familia (las películas de ciencia ficción han hecho mucho daño en este sentido), los profesionales de la empresa tienen que combinar sus trabajos de investigación con una eterna campaña pedagógica. Algunas experiencias piloto, caso del robot que 'trabajó' como recepcionista en La Caixa, avalan el trabajo realizado.

Vía: Emprendedores.