La gran oportunidad de Debian

La gran oportunidad de Debian

logo_debian

Logo de DebianTiene fama de ser la distribución GNU/Linux más libre, más estable y más dura para el usuario novel. Tal vez sea por eso que hasta ahora no ha cosechado un éxito tan arrollador entre los usuarios finales como otros productos que se basan, paradógicamente, en ella como es Ubuntu. Eso si, entre los administradores de sistemas e informáticos profesionales tiene sus seguidores incondicionales.

Si algo ha provocado esta situación es sin lugar a dudas el sistema de instalación, con fama de muy difícil ganada a pulso en sus primeras versiones: solo en modo texto (de hecho, el modo gráfico es una comodidad más que una necesidad práctica) y aún recuerdo cuando debías solucionar las dependencias prácticamente a mano (versión 1.x de la distro). No obstante, los tiempos han cambiado, Debian ha evolucionado y sus nuevas facilidades prometen una nueva era para esta fantástica distro... si desde Debian se sabe aprovechar la oportunidad.

En primer lugar, se ha simplificado en gran medida la instalación de la distro gracias al nuevo instalador en modo gráfico, más cómodo y más simple para usuarios noveles. El particionado de los discos, por ejemplo, se puede hacer ahora guiado, con lo que la mayor parte del trabajo la hará el propio sistema con nuestro visto bueno final.

El entorno gráfico se configura de forma automática, de manera que ya no nos tenemos que pelear con ficheros de configuración del servidor de ventanas para que nos reconozca el ratón o para conseguir la resolución adecuada en nuestro monitor.

Instalación de Debian

La actualización del sistema ya no debe hacerse de forma exclusiva desde la línea de comandos, si no que tenemos a nuestra disposición una cómoda herramienta en modo gráfico como es Synaptic, y el mismo sistema nos proporciona un plug-in que nos avisa de las actualizaciones de seguridad disponibles y nos brinda la posibilidad de instalarlas. En definitiva, y viendo que los repositorios de software están muy cuidados, la actualización e instalación de parches es tanto o más fácil que con Windows.

Debian es una distribución con una filosofía de mantenimiento y un ciclo de nuevas versiones diferente al del resto de distros del ecosistema Linux, algo que tiene sus ventajas e inconvenientes, aunque a mi entender priman los primeros sobre los segundos.

Tenemos que, por ejemplo, la aparición de nuevas versiones mayores es más espaciada que en otros productos similares como pueden ser Ubuntu, openSUSE o Fedora, pero a cambio la distro goza de la máxima estabilidad deseable, pues solamente se incluyen en ella paquetes que se hayan probado sobradamente, proceso que tarda un cierto tiempo y que impide o limita en gran medida la inclusión de las últimas versiones y nuevas tecnologías.

Pero ¿qué preferimos los usuarios? ¿poder probar los últimos avances a cuesta de que a lo mejor se cuelgue el sistema o funcione mal, o bien gozar de una estabilidad a prueba de bombas? En la mayoría de los casos la respuesta a esta pregunta -especialmente en el caso de las empresas- es rápida y fácil.

Una buena amiga mía, gran profesional de la informática, linuxera y usuaria de Debian, me dijo hace unos días que la distribución acabará siguiendo un camino parecido al de Ubuntu, supongo que refiriéndose a las facilidades que ofrece la distro en esta última versión 4.0 para su instalación y administración. Debian tiene ya las herramientas, ahora solo le falta la voluntad de conquistar el mundo.

Sobre este último aspecto, puede ser que sea lo más difícil; Debian siempre me ha dado la sensación de ser como esas religiones que no hacen proselitismo, que no buscan convertir a la gente si no que se limitan a informar de lo que son a aquellos que se acercan a ellas, en contra de lo que otras iniciativas como Ubuntu o Freespire (la mayoría de las distros Linux) buscan: convertir a los usuarios a su credo, ya sea ortodoxo o heterodoxo.

Pero independientemente de que desde Debian se lancen a conquistar el mundo, la oportunidad para cualquiera que quiera instalarse y utilizar un Linux con fama probada puede optar ya por este sistema, independientemente de su experiencia y conocimientos informáticos. Una opción más que recomendable: imprescindible.