Intel acusada de prácticas monopolísticas por la Unión Europea

Intel acusada de prácticas monopolísticas por la Unión Europea

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El logotipo de Intel, la mayor compañ�a fabricante de microprocesadores del mundo

Nuevo caso de presuntas prácticas monopolísticas por parte de una gran empresa que han hecho preguntarse a más de uno sobre el futuro del gigante del silicio californiano. Por suerte, el panorama es tranquilizador: hasta dentro de uno o dos años no se hará nada, y parece que no afectará excesivamente a la implantación en el mercado ni a los servicios ofrecidos por la multinacional norteamericana.

La demanda ha sido interpuesta por AMD, el principal rival de Intel, que ha visto -o ha dicho haber visto- como la compañía líder en venta de microprocesadores en el mundo obligaba a sus clientes a firmar acuerdos comerciales en exclusiva a cambio de contrapartidas económicas. Naturalmente, la presión sobre el cliente es el hecho ilegal y, por lo tanto, denunciable del asunto.

El tema recuerda mucho a las causas legales que tuvo que afrontar Microsoft en el pasado en el viejo y el nuevo continente, ya que fueron dadas por la misma causa.

Intel es actualmente la compañía líder indiscutible en el terreno de los microchips para ordenadores, la pieza central y verdadero cerebro de la máquina. Sus más directos rivales son AMD y VIA, pero el primero con una pequeña porción del mercado y el segundo prácticamente residual para máquinas que no necesiten un elevado rendimiento y sí un precio notablemente rebajado. De hecho, muchas máquinas pensadas para mercados emergentes utilizan los procesadores VIA C7 para reducir costes. Naturalmente a estas máquinas no se les puede pedir un gran rendimiento ejecutando los sistemas operativos y aplicaciones de última hornada.

El caso de AMD es diferente; esta compañía compite casi de tu a tu con Intel, aunque en los últimos tiempos ha perdido ligeramente el tren tecnológico frente a su rival, tren que promete recuperar con su próxima generación de chips cuyo nombre en clave es Barcelona. Tal vez sea por esto, por este miedo, que Intel ha presionado a sus compradores, aunque en último término esto sera la justicia quien deba decidirlo.

Y para todas aquellas personas que utilicen computadoras basadas en chips Intel, solo podemos tranquilizarlas, pues como en anteriores casos lo más probable es que la justicia busque la forma en que el impacto sobre la compañía acusada y condenada (ya poniéndonos en este supuesto) sea el mínimo, por lo que Intel continuará fabricando, vendiendo en Europa y ofreciendo servicio técnico.