Últimamente pensamos mucho en cómo debería ser nuestra oficina ideal. ¿Cómo tendría que ser el sitio en el que trabajamos para que nos sintamos cada día de una forma fabulosa y que estemos siempre llenos de energía y positivismo? Aunque creamos lo contrario, lo cierto es que nuestro entorno, el sitio en el que trabajamos, nos influye mucho en el día a día, por lo que resulta importante que tengamos en cuenta la importancia de personalizarlo al máximo siguiendo consejos como los que os vamos a dar.
Elegir el mobiliario
Lo primero es lo primero y es importante que pensemos de una manera práctica. Podemos quedarnos enamorados de un mobiliario rústico, de gran tamaño y un poco aparatoso que veamos en una tienda de muebles. ¿Pero de verdad es la mejor opción para nuestra oficina? ¿no nos va a quitar mucho espacio o a hacer más complicado el día a día? El mobiliario debería cumplir una función y sobre todo si tenemos un espacio reducido, es necesario que lo exprimamos al máximo. Por ello hay que pensar en los elementos fundamentales sin los que no podemos pasar. Por ejemplo: el escritorio, la silla, una estantería y una cajonera. No es mala idea que intentemos que todos los muebles estén en consonancia en cuanto a su estilo, pero también es imprescindible que busquemos la manera de exprimir el espacio. Una buena idea es que usemos un escritorio de mesa de esquina, lo que nos permitirá aprovechar más el espacio. Y si no necesitamos un escritorio de tamaño gigante, mejor que mejor. Es posible que al final solo lo usemos para acumular papeles y que acabe siendo más un estorbo que una utilidad.
Hay escritorios de oficina que disponen de cajones integrados con los que vamos a ahorrar una cantidad notable de espacio, mientras que otros modelos incluyen estanterías u otros elementos que nos pueden venir muy bien. Como se puede ver, la idea es buscar algo que nos permita simplificar la oficina y ahorrar espacio sin dejar nada importante de lado.
Elige los colores que más se ajusten a ti
Los colores que haya en nuestra oficina influirán de una manera directa en nosotros. El color se aplica a las paredes, a los muebles y a los accesorios y se tendrá que elegir dependiendo de lo que sea que necesitemos. Por ejemplo, si estamos necesitados de una dosis de creatividad e inventiva, lo más recomendable es el color violeta. Y si lo que buscamos es ser más productivos, el color que tendremos que adoptar será el azul. Para quienes tienen un trabajo en el cual sea fundamental estar animados y contentos, las opciones más recomendables serán el naranja y el amarillo. Y en último lugar, el color que se recomienda a quienes necesitan relajarse, porque por ejemplo estén muy estresados, es el verde. Como podéis imaginar, el uso del color rojo no termina de ser recomendable para que realicemos un trabajo más conveniente.
Confía en los complementos
Los accesorios le darán a tu oficina personalidad. Si eres emprendedor y estás comenzando, es el mejor momento para que te dejes llevar por la decoración de forma más personal. Hay complementos que vienen muy bien en cualquier tipo de entorno de trabajo, como un perchero en la entrada en el que dejar las chaquetas y bufandas. También nos vendrá bien un calendario que tenga algún tipo de imagen que nos anime y nos guste. Seguramente no usaremos mucho el calendario en el día a día, porque las opciones digitales han dejado atrás el modelo físico clásico, pero el simbolismo lo convierte en un buen accesorio decorativo. Además deberíamos optar por otros elementos que decoren y que, como decíamos, sean un reflejo de nuestra personalidad. Eso sí, evitemos recargar la oficina, porque posiblemente tendremos visitas y tampoco queremos que sea un museo de nuestro lado más personal.
Ordena todo lo posible
Algo que de manera indirecta lleva a que trabajemos mejor y que está relacionado con la decoración es la colocación de herramientas que nos permitan ordenar nuestras cosas. Cajones, cajas, revisteros... cualquier tipo de elemento o superficie en el que podamos guardar lo que tenemos por encima de la mesa de una manera ordenada. El desorden estresa y el estrés causa una bajada importante en la productividad. Por ello, aunque pensemos que "no pasa nada" por tener las cosas por el medio, intentemos hacer el esfuerzo de ponerlo todo de una forma ordenada para que de manera indirecta nos permita encontrarnos más a gusto mientras trabajamos.
Ilumina la oficina
Una lámpara siempre va a ser un complemente que quede cuco encima del escritorio y que además puede darnos un muy buen servicio. La iluminación que proporcionan los focos de la oficina quizá nos parezca suficiente, pero cuando estamos trabajando a ciertas horas es preferible que tengamos una iluminación más especializada y concentrada en la posición en la que nos encontramos. De todas formas, lo primero es la luz natural del exterior, pero somos conscientes de que como emprendedores seguro que estáis habituados a trabajar por las noches y a hacerlo hasta altas horas de la madrugada.