El Presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, anunció ayer que también adelanta las elecciones autonómicas al 21 de octubre, igual que hizo la semana pasada su homólogo vasco Patxi López, por lo que gallegos y vascos volverán a votar el mismo día como pasó en 2009. Núñez Feijóo ha apurado hasta el último día el margen que da la ley para disolver el parlamento y convocar elecciones.
El adelanto electoral deja sin tiempo al PP en su intento de reformar la composición del Parlamento. Los populares pretendían reducirlo de 75 a 61 diputados, beneficiando a las provincias donde tiene más apoyos que la oposición; una reforma que se hubiera producido en caso de agotar una legislatura que acababa en marzo. Pese a no sacar adelante esta reforma, los populares gallegos cuentan con que no habrá un rescate económico antes de las elecciones y esperan que no se anuncien nuevos recortes hasta después del 21 de octubre.
Sí estará en la campaña electoral la sombra del Prestige. El 17 de octubre, cinco días antes de la cita con las urnas, comenzará en la Audiencia Provincial de A Coruña el juicio por el hundimiento del petrolero en noviembre del 2002 frente a las costas gallegas. El posible resurgir del espíritu de Nunca Mais, clave para que en 2005 acabaran 15 años de gobierno popular, es junto al efecto que puedan tener sobre el electorado los recortes, los únicos obstáculos que separan a Feijóo de otra mayoría absoluta.
A la oposición el adelanto le ha pillado descolocada. De hecho, el PSdeG todavía no tiene candidato y los nacionalistas están divididos. Parece ser que Pachi Vázquez será el candidato socialista, después de que sus hipotéticos rivales en unas primarias, Francisco Caamaño y José Blanco, se retiraran ayer de la carrera electoral. El BNG si que tiene candidato, Francisco Jorquera, pero habrá que ver si las escisiones que ha sufrido se agrupan solas o concurren en las elecciones junto a Izquierda Unida; y la fuerza que tendrán.
Fuente: El País