El titular puede parecer malintencionado o tristemente irónico pero lo cierto es que la demanda de según qué tipo de profesionales va a crecer exponencialmente en los próximos años y nuestro país podría presentar ciertas carencias. Así se afirma, al menos, en el último informe de Randstad, que apunta que la formación superior mayoritaria en España podría no ser la más apropiada para el escenario laboral del futuro. En consecuencia, aun con elevadas tasas de paro, las empresas españolas no encontrarán lo que necesitan.
Según el estudio, el 42% de los españoles con edades comprendidas entre 30 y 35 años presenta estudios superiores ya sean por la vía universitaria o la de Formación Profesional. El hecho de superar en cuatro puntos la media comunitaria (38%) y en dos el objetivo general para toda la UE (40%) esconde realidades menos positivas. España no cuenta con suficientes profesionales relacionados con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, conociéndose estos cuatro campos con el acrónimo STEM (por sus nombres en inglés).
Para ser exactos, Randstad calcula que las empresas requerirán hasta 1,9 millones de trabajadores que no podrán encontrar entre la oferta laboral española en 2020. Igualmente grave será el hecho de que el número de desempleados se mantendrá en cotas muy altas porque se dará una situación de sobreabundancia de determinados perfiles profesionales. Esta situación resultará particularmente dramática para los trabajadores con menos estudios o sin cualificación alguna. La creciente automatización de las cadenas de producción en diferentes áreas comportará la reducción de las plantillas de las fábricas.
En cualquier caso, no todas las conclusiones del informe son negativas para España. La llamada economía digital permitirá crear puestos de trabajo que hace unos años ni siquiera existían, tal y como corrobora el Ministerio de Empleo. Esta institución calcula que unas 300.000 personas más serán empleadas en algún tipo de negocio relacionado con las nuevas tecnologías hasta 2017. Un resquicio de esperanza que no exime a los trabajadores españoles de tener que plantearse seriamente adaptar su formación a los nuevos tiempos.
Vía: Cinco Días.
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