Se veía venir. La cuestión era cuándo ocurriría. El modelo de negocio de Netflix se resiente y comienzan los ajustes dentro del organigrama de la empresa. Pero no sorprende teniendo en cuenta que lo que ha ocurrido con Netflix es lo mismo que suele pasar con todas las empresas que ven su éxito multiplicado de manera repentina y luego se encuentran con un reajuste de su situación.
Netflix creció de manera espectacular. Eran los reyes, los números uno y quienes llevaban la voz cantante en el mercado del streaming. Dominaban con tanta fuerza que, al hablar de un servicio de vídeo en streaming, siempre se hablaba del “modelo Netflix”. Pero la caída está siendo tan sonada como lo fue su crecimiento.
El problema de la situación de Netflix es que han estirado demasiado del hilo. Ganaron miles y miles de suscriptores mientras aportaban un contenido excelente y unos buenos precios. Se aprovecharon de la pandemia y de cómo todo el mundo buscaba streaming para pasar el confinamiento. Y luego comenzaron con las decisiones que empezaban ir cuesta abajo. Primero, la producción de contenidos, aunque ha ido manteniendo su volumen, ha ido reduciendo su nivel de calidad. Se ha notado mucho cómo Netflix ha cambiado en los dos últimos años.
Uno de los motivos ha sido la adopción de un “estilo Netflix” con el cual parece que todas las producciones, especialmente las series, tienen que cumplir. Netflix se ha bañado en una marmita de lo políticamente correcto sin pensar seriamente en las consecuencias de ello. Y aunque hay un claro público al que encandilan con este tipo de contenido, no se puede decir que sea una decisión efectiva a la hora de referirse a las grandes masas. Al mismo tiempo, cada vez dedican menos presupuesto a trabajar con actores y directores de prestigio. Eso se está notando en las producciones salvo en cuatro o cinco películas anuales donde sí se pone el músculo para poder contentar al público.
Las producciones de Netflix sufren y no es el único problema. También aumentó el precio de la suscripción, lo que en medio de la guerra del streaming se trata de una de las peores decisiones que se pueden tomar. Muchas personas, lo que intentaban era ahorrar lo máximo posible y se planteaban distintas opciones para conseguirlo, como compartir cuentas. Por ello, encontrarse cara a cara con un aumento de precio justo cuando pensaban en ahorrar dinero, fue un duro golpe. Muchos de los suscriptores entendieron que este era, por peso propio, el momento ideal para abandonar la plataforma. Al fin y al cabo, hay muchas opciones entre las que elegir.
Netflix, Disney Plus, HBO Max o Amazon Prime Video. Hay muchas opciones populares a las que también se unen servicios más especializados en determinados tipos de contenido o plataformas que están intentando hacerse grandes en el futuro, como la de Paramount. Esto lleva a que la caída de suscriptores sea totalmente lógica e inevitable. Pero, por supuesto, eso tiene unas consecuencias muy serias que resuenan en el día a día y en el futuro de la empresa.
Al inicio de este verano, Netflix se ha encontrado ante una situación crítica en la cual ha tenido que hacer más despidos. La empresa ha despedido a 300 personas más. Se trata de una cifra realmente alta, lo que no ha dejado una buena sensación entre los empleados de la empresa que se han quedado y que temen que ellos puedan ser los siguientes. La mayor parte de los despidos se han producido en la oficina central de Netflix en Estados Unidos, donde ya se han acostumbrado, lamentablemente, a esta situación. Este mismo año se produjo otra ronda de despidos que dejó mermadas las oficinas del gigante del streaming. Y hay rumores que indican que podrían no ser los últimos despidos que se realicen este año 2022.
El valor de las acciones de Netflix cae y también lo hacen los suscriptores. En el primer cuarto de 2022, Netflix ha perdido 200000 suscriptores. El modelo de suscripción está sufriendo muchos problemas y viéndose afectado por la competencia, la crisis y la situación por la que pasa el mercado. La empresa también ha hecho recortes en la web Tudum, argumentando que quieren gastar menos dinero en marketing a partir de ahora.
La clave de lo que está pasando será ver si Netflix se consigue reajustar a la situación y frena la bajada de suscriptores, lo que también hará que se terminen, al menos de momento, los despidos. Hoy por hoy, el momento por el que pasa Netflix no está dándoles ninguna tregua y van a tener que reforzar mucho sus contenidos para que este año 2022 no acabe con unos grandes números rojos. Todo dependerá, principalmente, de los estrenos que se estén guardando bajo la manga y de la estabilidad que demuestren a la hora de apostar por continuar sus producciones.