Blind Guardian, heavy desde la Tierra Media

Blind Guardian, heavy desde la Tierra Media

Blind Guardian

A mediados de los años ochenta, el grupo alemán de heavy metal, Blind Guardian, es una de las referencias internacionales más importantes de este tipo de música. Entre sus influencias se encuentran míticas formaciones como Deep Purple, Black Sabbath, Queen o Helloween.

Sus inicios se remontan al año 1986, cuando Hansi Kürsch y André Olbrich deciden formar una banda de power metal. Hansi pondría la voz y tocaría el bajo, mientras que André se pondría al frente de la guitarra. Al proyecto se unirían más tarde otros como Marcus Dörk o Thomen Stauch. Sin embargo, aún no se llaman Blind Guardian, sino Lucifer’s Heritage. Graban una maqueta que no va a ninguna parte. Poco después deciden cambiar de nombre –ahora sí se llamarán Blind Guardian–y renovar a los miembros de la banda: Marcus Siepen sustituye a Christoph Theissen, que se había incorporado a la banda durante la grabación de la segunda maqueta del grupo, Battalions of fear, y Thomas Stauch vuelve a la batería, tras dejar el grupo durante un corto periodo de tiempo.

El éxito de Blind Guardian llega con la publicación de su tercer álbum de estudio, Tales from the twilight world, cuya principal característica reside en los temas que trata. Aunque ya realizaron letras que hacen referencia al mundo creado por J. R. R. Tolkien en sus anteriores obras, Battalions of fear o Follow the blind, esta vez llevan la adaptación musical de la literatura fantástica creada por el padre de El Señor de los Anillos a su máxima expresión. Desde entonces, no se separarán de esta temática: Somewhere far beyond, Nightfall in the Middle-Earth o su reciente At the edge of time, publicado a finales del 2010.

A pesar de que su discografía avalaba al grupo como uno de los que mejor han sabido captar el espíritu de la Tierra Media, el grupo declinó la oferta de Peter Jackson para formar parte de la banda sonora de la trilogía El Señor de los Anillos. La verdad es que la banda estaba concentrada en un disco y poco podría haber aportado a la película. Sus discos hablan por sí solos. A sus letras y melodías no les hace falta imágenes y, en mi opinión, habrían captado tanto la atención del público, que le hubiera quitado peso a la fuerza comunicativa del film. Y es que nadie ha sabido transmitir musicalmente la imaginación de Tolkien como Blind Guardian