En la previa del Open Británico en el mítico campo de Saint Andrews, el último torneo europeo antes del grand slam es el Abierto de Escocia, competición correspondiente al circuito europeo del PGA Tour que, paradójicamente, se desarrolla sobre un trazado que no es un link como el Loch Lomond Golf Club, a tan sólo una semana de los cuatro majors del año. Y luego de la primera jornada, Darren Clarke –Irlanda del Norte- logró desplazar a su compatriota Graeme McDowell, luego de protagonizar los primeros 18 hoyos bajo una concentración casi perfecta que le permitió decretar un score de 65 golpes, seis bajo el par de cancha.
La ventaja es mínima, pues a un sólo impacto se encuentra Graeme Storm (Inglaterra) y Edoardo Molinari (Italia), ambos con 66 golpes. Lo más interesante del Abierto de Escocia es que, a una semana de partir hacia Saint Andrews, Phill Mickelson tiene como único objetivo desplazar y superar a Tiger Woods como el golfista número uno del mundo.
Y del otro lado del continente, en los Estados Unidos, se lleva a cabo hasta el domingo el John Deere Classic, una competición perteneciente a la PGA estadounidense y que ofrece la posibilidad de más de veinte pasajes al Open Británico. Por el momento, el estadounidense Steve Stricker finalizó la primer ronda liderando las clasificaciones con 60 golpes, 11 bajo par, luego de una muy buena primera vuelta con un total de 11 birdies y una justeza técnica casi perfecta en once hoyos no consecutivos. Todavía restan las vueltas del fin de semana.
Tanto el Abierto de Escocia, en Europa, como el John Deere Classic, en Estados Unidos, conforman la previa para retornar a un link de grand slam. Es por ello que varios jugadores han reclamado que el último torneo previo al Open Británico se desarrolle exclusivamente sobre un link, tal como lo es Saint Andrews, para acondicionar el juego a un trazado que pocas veces es utilizado al año.