Esta revisión llega después de un 2015 que se cerró con un déficit del 5%, por encima del 4,2% pactado con Bruselas. “El importante esfuerzo de consolidación fiscal está fuera de toda duda”, asegura Guindos en referencia a las cifras de déficit con las que se iniciaron la legislatura. Además, las nuevas cifras implican que la Comisión Europea aceptaría retrasar un año, hasta el 2017, el objetivo de situar el déficit público por debajo del objetivo del 3%.
Según lo declarado por el propio titular de Economía, el Gobierno no ve mayor problema para que se acepte el retraso, aunque no ha sido acordado oficialmente con las instituciones comunitarias. "(Las instituciones comunitarias) tienen que sacar sus previsiones de primavera a principios de mayo, pero (Moscovici y Dombrovskis) ven realista el cuadro macroeconómico", ha afirmado De Guindos que ha indicado que el Programa de Estabilidad recoge un crecimiento del PIB del 2,7% y el 2,4% respectivamente este año y el próximo, "en línea" con el consenso del mercado y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y algo por debajo de lo que se preveía hasta ahora.
El vicepresidente de la Comisión Europea para el Euro, Valdis Dombrovskis, no obstante ha matizado después que "ninguna decisión está tomada" sobre una posible prórroga a España y ha avisado de que Bruselas no se posicionará hasta el mes de mayo. "Estoy al tanto con lo publicado en la prensa en España, pero déjenme reiterar que ninguna decisión está tomada en lo que se refiere a España, Portugal o cualquier otro Estado miembro. Se tomará más adelante, en mayo", ha declarado Dombrovskis en una rueda de prensa en Bruselas. De Guindos aprecia, sin embargo, que "ya no existe esa obsesión por el déficit" en Bruselas, donde la prioridad se sitúa ahora en el crecimiento y el empleo. Según el ministro "la nueva senda nos permitirá reducir el déficit sin poner en peligro el ritmo de crecimiento ya conseguido".
Independientemente de la distinta percepción que tienen la Comisión Europea y el Gobierno español sobre la posibilidad de que se alargue el plazo para cumplir el déficit, De Guindos ha conseguido este martes el objetivo de desactivar uno de los principales argumentos de la oposición y uno de los previsibles mensajes de cara a las elecciones del 26 de junio. El PSOE y Podemos siembre han defendido que se cumpla el déficit pero que se renegocien las condiciones, fundamentalmente el tiempo para alcanzar el objetivo del 3%. Hasta Ciudadanos se ha alineado con esta tesis y así lo recoge su pacto con los socialistas. “Los nuevos objetivos se negociarán con las autoridades europeas, situando el déficit por debajo del 3% en 2017, hasta lograr unas finanzas públicas saneadas al final de la legislatura”, es decir, en 2020, según señala el documento.
El hecho de que el PP se haya apropiado de una de las principales reivindicaciones de la oposición no es poca cosa teniendo en cuenta que estamos en puertas de una nueva campaña electoral.
El ajuste inevitable del que no quiere hablar el Gobierno
El ministro de Economía ha justificado la relajación de las metas de déficit en la necesidad de evitar duros ajustes que traerían un "grave" impacto en el crecimiento económico. De todas formas, pasar de un déficit del 5% en 2015 a otro del 3,6% en 2016 conlleva la necesidad de un ajuste de 1,4 puntos de PIB (unos 15.120 millones de euros). El ministro ha explicado que alrededor de un punto del ajuste podría lograrse por la inercia del ciclo económico y la existencia de algunos gastos que no volverán a producirse este año, tal como ha calculado la Autoridad Fiscal Independiente. A partir de ahí, habría que adoptar medidas que permitan un ajuste adicional de entre 0,4 y 0,5 puntos de PIB (unos 5.000 millones) ya sea por la vía de los gastos (recortes) o de los ingresos (subidas de impuestos) en cualquiera de las administraciones públicas (Estado, autonomías, Seguridad Social o ayuntamientos). De momento, el Gobierno en funciones aprobó el viernes pasado un acuerdo de no disponibilidad (recorte de gasto) por importe de 2.000 millones de euros (dos décimas de PIB) en los Presupuestos Generales del Estado.
Además, el Ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, ha escrito cartas a las doce comunidades díscolas, las que el año pasado incumplieron su objetivo, para que congelen el gasto, aunque el ministro lo expresaba de esta manera: "Deben aprobar en el plazo de 15 días, a contar desde la recepción de la carta, la no disponibilidad, de créditos que garantice el cumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria establecido". La mayoría de los responsables autonómicos se ha rebelado frente a esta exigencia por considerar que nuevos recortes afectarían a la prestación de servicios sociales básicos como la educación y la sanidad.
De cara al 2017, según ha explicado De Guindos, se fía la reducción del déficit a la contribución del ciclo económico y al crecimiento del PIB. El ministro ha explicado que "en coherencia con un Gobierno en funciones, no se incluyen medidas para reducir el déficit público" para el año próximo. Es decir, "toda la reducción del déficit (en el 2017) se debe a la contribución del ciclo económico, dado que el Programa se ha elaborado bajo lo que se conoce como escenario de política constante”, ha añadido el titular en funciones de Economía.
El ejecutivo también ha rebajado las previsiones de crecimiento del PIB, que ha pasado del 3% anterior al 2,7% para el 2016, tal como anunció el ministro De Guindos, la semana pasada en Washington, donde aprovechó para reunirse con el comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici. También se ha rebajado la previsión de crecimiento del 2017, al pasar del 2,9% al 2,4%. De Guindos ha destacado que, "a pesar de la ralentización mundial, nuestra economía apenas ha perdido fuelle gracias a las reformas estructurales acometidas en los últimos años".
Por lo que se refiere al empleo, la previsión de la tasa de paro para este año sube dos décimas y se sitúa en el 19,9 % de la población activa, mientras que para 2017 sube tres décimas, hasta el 17,9 %. El titular de Economía asegura que entre 2016 y 2017 se crearán 900.000 puestos de trabajo y se reducirá el paro en un millón de personas. Según ha dicho, en el primer trimestre se sigue creando empleo a una tasa del 3%. En cuanto a la deuda pública, el Gobierno cree que terminará el presente ejercicio en un 99,1 % del PIB, nueve décimas más de lo previsto hasta ahora, y bajará en 2017 al 99 %, frente al 96,1 % calculado hasta este nuevo cuadro de previsiones macroeconómicas. Además se incluye la rebaja en el crecimiento de PIB para 2016 al 2,7 %, que ya anunció De Guindos en Washington, y al 2,4 % en 2017.