El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recomendado a China "recalibrar" su estrategia en la lucha contra la propagación del COVID-19 y tomar medidas para poner fin a la crisis del sector inmobiliario con el objetivo de impulsar el crecimiento. "A corto plazo, una recalibración de la estrategia COVID, incluida una aceleración en la vacunación y más acciones para poner fin a la crisis del sector inmobiliario, respaldaría el crecimiento", apunta la misión de la institución que visitó China a principios de noviembre.
Según las previsiones del FMI, el PIB del gigante asiático crecerá este año un 3,2% y acelerará su expansión al 4,4% en cada uno de los dos años siguientes.
En su evaluación, la jefa de la misión del FMI para China, Sonali Jain-Chandra, apunta que, a pesar de que la estrategia de Pekín se ha vuelto más ágil, la necesidad de bloqueos más frecuentes pesa sobre el consumo y la inversión privada, incluso en el sector de la vivienda, donde el endurecimiento regulatorio, "aunque bien intencionado para frenar el alto apalancamiento", se ha sumado a graves tensiones financieras para los promotores, provocando una rápida desaceleración de las ventas e inversiones, junto con una fuerte disminución en los ingresos de los gobiernos locales.
En este sentido, considera necesarios establecer mecanismos adicionales para completar los proyectos inmobiliarios inconclusos y proteger a los nuevos compradores del riesgo de incumplimiento, que ayudarán a restaurar la confianza de los compradores y facilitarán la reestructuración en función del mercado.
"A mediano plazo, las reformas estructurales, incluida la mejora del modelo de preventa, el reequilibrio y el aumento de la disponibilidad de opciones alternativas de ahorro, deberían contribuir a una transformación gradual del mercado de la vivienda hacia un tamaño más sostenible", añade.
Políticas crediticias para empresas y hogares
Por otro lado, los técnicos del FMI recomiendan fortalecer las políticas prudenciales para garantizar la estabilidad financiera y reconstruir las reservas de capital, señalando que las políticas crediticias para empresas y hogares destinadas a aliviar las presiones de liquidez por los bloqueos deben basarse en el mercado, estar sujetas a plazos y ser específicas.
Para el próximo año, el FMI considera que una postura de política fiscal neutral, orientada a apoyar a los hogares, ayudará a reequilibrar hacia el consumo y a impulsar el crecimiento de manera más efectiva, mientras que espera que la política monetaria seguirá siendo acomodaticia y relacionada con medidas sobre los tipos de interés.
"Para elevar el potencial de crecimiento a mediano plazo, en medio de los vientos en contra de la demografía y las presiones de fragmentación, será clave volver a acelerar las reformas estructurales basadas en el mercado, como garantizar neutralidad competitiva entre empresas privadas y estatales", añade Jain-Chandra.