Cuando muchas personas buscan empleo suelen descartar rápidamente uno entre su lista de “posibles ocupaciones”: el trabajo doméstico.
Es muy sacrificado, exige hacerse autónomos, está mal pagado… Son muchas las razones esgrimidas -y no todas ellas ciertas- en contra de las labores domésticas. La verdad es que sorprende el menosprecio que despierta este trabajo entre la mayor parte de la sociedad y resulta extraño, sobre todo, al comprobar la cotidianeidad de esta tarea.
¿Quién no ha realizado alguna que otra labor doméstica? Entonces, ¿dónde está el problema para tal desconsideración? Lo cierto es que está subestimada por algunos pero puede que éstos mismos envidien su sueldo. La hora de trabajo se cobra entre los ocho y los diez euros, más de lo que reciben por su labor muchos peones de albañil, delineantes o secretarios.
Pongamos un simple ejemplo: si durante un mes la mayoría de empleados trabaja durante 160 horas (es decir, ocho horas al día durante 20 días) y los trabajadores del hogar cobran, como mínimo, a ocho euros la hora, al final del mes tendrían un sueldo de 1.280 euros. Y, ¿cuántas profesiones hay que cobran menos?
Para las personas que contratan emplead@s del hogar, el sueldo de éstos está totalmente justificado.
Es normal que no se fíen de cualquier desconocido a la hora de introducirlo en su casa y es por esta razón por la que están dispuestos a pagar un precio que puede ser considerado por algunos como demasiado elevado. En cualquier caso, el trabajo doméstico puede que sea menospreciado pero, desde luego, es una profesión sacrificada y tan digna como las demás.
Consejos para las labores domésticas
Foto: tm_lv