La prevención de riesgos laborales es, sin duda, una de las asignaturas pendientes del sector laboral. Aunque llevamos años intentando enmendar el error de tantos años de ignorancia de este tema por parte de muchas empresas lo cierto es que aún no se ha conseguido lo más importante: informar y concienciar correctamente a los empleados de que un trabajo realizado en malas condiciones repercute directamente en algo tan preciado como nuestra salud.
Independientemente de las profesiones de mayor riesgo, un puesto de trabajo realizado, por ejemplo, en una oficina también implica un riesgo: si, es un riesgo menor, pero no por ello menos susceptible de mejorarse. ¿Sabías que tu empresa tiene la obligación de asesorarte en cuanto a qué consejos debes seguir para no poner en riesgo tu salud?
Puedes que hasta ahora pensaras que tu puesto de trabajo no implica riesgo alguno. Has de saber que en el caso de que trabajes en una oficina con un ordenador debes exigir una serie de derechos que puede que no te hayas parado siquiera a analizar.
Ahora que estás leyendo esta información y empiezas a darte cuenta haz la prueba de preguntarle a tu espalda, a tu vista o a tus muñecas si no se ven sometidas a ningún riesgo mientras trabajas delante de una pantalla. Si pudieran hablar te pedirían a gritos un poco de atención.
Tu oficina debe contar por ley con una silla de altura regulable, giratoria y con respaldo abatible; con una mesa suficientemente grande y con una pantalla situada a la altura adecuada. Además debe existir buena ventilación y una adecuada temperatura.
Foto: Sabandija.