Cuando crees que ya has pasado por todas las situaciones que puedas imaginarte en una entrevista de trabajo, llega una nueva: una entrevista conjunta al grupo de candidatos. Ese es el sistema del conocido como Método Gronholm.
Aplicado en Estados Unidos y también en Europa, aunque en menor medida, esta manera de seleccionar al personal consiste en una sucesión de pruebas grupales en las que, habitualmente, se hace interactuar y relacionarse a los candidatos para comprobar su personalidad, capacidad de trabajo en equipo y otras de las actitudes y aptitudes que se entresacan de una entrevista convencional.
Pese a que no es lo más común, no descarten que algún día deban enfrentarse a una entrevista en grupo. Si se da el caso, la principal recomendación, como en cualquier otra entrevista, es la sinceridad. No mientan sobre su currículum, no adopten un papel o actitud impropio de su forma de ser y muéstrense correctos pero naturales. Si hace lo contrario, puede conseguir el trabajo pero ver las consecuencias a posteriori.
El Método Gronholm también ha dado nombre a la obra teatral de Jordi Galcerán -en catalán Métode Gronholm- que ha dado la vuelta al mundo.
Precisamente, la idea surgió de unas hojas encontradas en una papelera sobre la valoración de un candidato de una cadena de supermercados en la que se tildaba con improperios xenófobos, racistas y despectivos al mismo. La obra pretende reflejar la crueldad a la que se puede llegar en este tipo de procesos de selección, al igual que en las relaciones interpersonales.
Ya saben, si se encuentran en una 'encerrona' de este tipo, traten de salir adelante con sus propias capacidades.
Foto: Adam Solomon