El conocimiento, experiencia y habilidades que se requieren para desempeñarse en un cargo o un trabajo específico, han venido cambiando a partir de la globalización, la competitividad y las nuevas estrategias de mercado que se han visto obligadas a generar las empresas. Las capacidades y habilidades deseables y los hábitos relacionados a ellas se han identificado a través de múltiples estudios desde donde se han esbozado una serie de conductas que son propicias para apoyar los objetivos de las organizaciones.
También hay un gran peso de la forma como se construyen conductas a medida que la persona experimenta diversas situaciones sumado a la imagen que se hace del mundo, el tipo de modelos mentales, los recursos personales, los valores, la forma como aprende, la capacidad analítica y la inteligencia general.
Dentro de los hábitos que se han hecho importantes dentro de las organizaciones vamos a resaltar los que se han hecho muy deseables como lo son:
1. Relacionamiento y aptitudes sociales que involucran la forma como la persona establece interacciones, se comunica tanto a nivel verbal y no verbalmente, el tipo de expresiones que utiliza, los tics o manierismos.
2. Porte y elegancia. En algunas organizaciones es fundamental la imagen que sus colaboradores brinden y buscan personas que en sus hábitos de vestido demuestren alta pulcritud, manejen un porte elegante, donde sus movimientos corporales sean suaves y delicados y en general se muestre como una persona atrayente.
3. Estrategias de relacionamiento, aquellas formas que utiliza para entrar en contacto con otros y romper el hielo, el saludo, la forma de presentarse, entrar en una conversación o establecer un dialogo con alguna persona que no se conoce son clave pues permite que se generen redes de apoyo dentro de los equipos y áreas de la empresa.
4. Manejo de problemas y situaciones complejas generando soluciones, proponiendo alternativas y siendo un elemento esencial dentro del análisis de la situación, permite que las organizaciones identifiquen a la persona como alguien confiable, a quien se le pueden designar tareas con plena confianza.
5. Capacidad De Auto Promoción, implica la habilidad de venderse a si mismo y las características propias, incluye la habilidad de describir las capacidades en términos funcionales y poder plantear necesidades de manera puntual y buscando dar lo mejor de si mismo para cumplir con los objetivos del cargo asignado.
6. Proactividad, enfocada a las acciones que permiten ser efectivos ante cualquier evento, sin generar mayores problemas o distorsiones dentro de las situaciones o relaciones, el habito contrario es el de la reactividad que implica actuar impulsivamente sin pensar en lo que se hace. La proactividad genera altos niveles de efectividad y la capacidad para dar resultados de manera rápida y con poca probabilidad de error.
7. Capacidad de moverse entre el liderazgo y la conducta de seguimiento de acuerdo a las tareas o proyectos que se desarrollen, la cual implica poder direccionar procesos o guiar tareas en grupos específicos o asumir conductas de apoyo en el evento que se necesiten, sin desafiar las reglas o guías que se plantean.
8. Apertura al aprendizaje. Involucra hábitos de estudio, recolección de información, comparación de diferentes fuentes, asimilación de conceptos y generación de nuevas maneras de comportamiento.
9. Evaluación de resultados. Este hábito permite a la persona hacer ajustes con facilidad y desarrollar un pensamiento crítico que ahorra grandes esfuerzos a las compañías, pues logra realizar evaluaciones puntuales y generar modificaciones antes que se altere un resultado o proceso.
10. Ahorro. Es un hábito deseable en términos del manejo de recursos tanto financieros como físicos o humanos, el hábito del ahorro hace que los individuos, generen pocos niveles de desperdicio y sean altamente recursivos.
Los resultados de la gestión en un cargo se determinan por el proceso de desarrollo dentro del mismo y aquí es donde los hábitos juegan un papel importante, pues son ellos los que garantizan a la persona su desempeño, los hábitos al ser automáticos, no son procesos concientes sin embargo implican una serie de condiciones como son las actitudes que se asumen respecto a las personas o situaciones, la búsqueda de oportunidades, generar situaciones de negociación, crear instancias de comunicación y generar o no adaptación y niveles de pensamiento flexible.
Es importante que cada persona identifique y sea conciente de sus hábitos y el impacto que estos causan en el medio donde se desenvuelve, una forma de realizar esto es hacer seguimiento y observación durante algunos días a los comportamientos que se emiten. Por ejemplo, la forma de vestirse, desde como se selecciona la ropa, el tipo de colores que se combinan, el tipo de impacto que se quiere generar o el nivel de importancia que se le da a la imagen a representar. Es importante revisar los modelos mentales, el tipo de creencias que se manejan, la forma como se interactúa con otras personas y el nivel de pensamientos que se originan al hacerlo, el tipo de actitudes hacia la vida en general, la forma como se construyen pensamientos, y mas allá empezar a evaluar las conductas de organización, manejo del ambiente personal, planeación de actividades desde las mas simples a las mas complejas, las emociones que se relacionan con cada evento y cada uno de esos comportamientos que hacen que la persona exprese su personalidad de una manera especifica.
Los hábitos son comportamientos arraigados, sin embargo es posible con voluntad y esfuerzo modificarlos, cambiarlos o transformarlos en conductas deseables y lograr mayores niveles de aceptación dentro de las organizaciones.