Si estás buscando trabajo, es probable que tengas que pasar por una entrevista.
Aunque pueden ser estresantes, hay muchas recomendaciones que sirven para prepararte y estar seguro de que todo salga bien.
Así que, en este artículo, te mostraremos los errores más comunes que debes evitar.
Desde llegar tarde hasta no investigar sobre la empresa, estos detalles pueden costarte la oportunidad de conseguir el trabajo de tus sueños.
Errores más frecuentes en las entrevistas de trabajo
Con la asesoría de varios profesionales de Recursos Humanos, hemos elaborado la siguiente lista de errores que ocurren en las entrevistas de trabajo.
Así que, echemos un vistazo y toma nota de cada uno:
- Vestimenta inapropiada. Es importante investigar la cultura de la empresa para tener una idea de qué indumentaria utilizar. Si no estás seguro, opta por algunas piezas sobrias, sin necesidad de llevar un traje en todos los casos.
- Llegar tarde. Si eres propenso a ser impuntual, planea salir de casa con un margen de tiempo adicional, considerando las peores circunstancias posibles, como el tráfico o la opción de perderte en el camino.Pocos errores pueden perjudicar tu potencial de ser contratado más que llegar después de la hora pautada.
- Lenguaje corporal inadecuado. Se trata de uno de los errores más comunes en las entrevistas y afortunadamente, uno de los más fáciles de prevenir.
Te recomendamos que mantengas una postura adecuada, evita movimientos nerviosos como tocarse la cara o balancearse y procura sostener el contacto visual tanto como sea posible.
Con estos pequeños ajustes pueden mejorar la calidad de la entrevista y la impresión que causas en el entrevistador.
- Poca confianza en ti mismo. Por nada del mundo caigas en el titubeo. Es cierto que muchos sentimos nerviosismo al hablar de nuestras cualidades y logros, pero una entrevista de trabajo es el lugar perfecto para hacerlo.
- Falta de interés. Formular preguntas sobre beneficios, ambiente de trabajo o temas personales puede ser inapropiado. Sin embargo, no mostrar interés en absoluto es peor. Así que busca un equilibrio entre ambos escenarios.
- Hacer demasiadas preguntas. Lo mejor es esperar a que el entrevistador te dé la oportunidad de intervenir. En ese instante, muestra curiosidad, pero evita abrumar con preguntas en exceso.
- Interrumpir al entrevistador. Con este gesto no solo muestra ansiedad, sino que también puede parecer irrespetuoso o grosero. No importa cuán emocionado estés, asegúrate de escuchar atentamente.
- Hablar mal de tu antiguo trabajo. Es muy probable que te pregunten sobre tu experiencia anterior o tu relación con tu anterior jefe. No caigas en la tentación de hablar mal de ellos.
Enfócate en lo positivo para proyectar una imagen amable y agradable. Si te centras en lo negativo te hará parecer rencoroso y vengativo, lo que te convierte en poco confiable y egocéntrico.
- Dar información falsa. Asegúrate de repasar tu currículum. No hay nada más embarazoso que no poder responder preguntas sobre proyectos específicos en los que has trabajado. Como recomendación extra, recuerda que la preparación para una entrevista empieza por conocerte a ti mismo. Dedica tiempo a entender quién eres y tus fortalezas o debilidades para ofrecer una entrevista sincera y convincente, sin necesidad de mentir, enfocándote en tus cualidades que son valiosas para la organización.
- Ausencia de claridad en el discurso de presentación. Cuando te piden que te describas con la pregunta “Háblame sobre ti”, no es necesario contar tu historia completa.
Lo mejor es destacar lo relevante en ese momento y relacionarlo con el puesto en cuestión. Es esencial ser breve y centrarse en proporcionar una respuesta profesional.
- Incertidumbre sobre las expectativas salariales. Destaca la importancia de tener claro el rango salarial al que aspiras y llevar una respuesta preparada. Señala que es esencial estar listo para esta pregunta, ya que los reclutadores la formulan con regularidad.
- Descuido en las Redes Sociales. ¿Sabías que el 48 % de los encargados de reclutamiento revisan las redes sociales durante el proceso de selección?
Es por ello que deben evitar ciertos comportamientos en las redes, como la incoherencia o mentiras entre lo que se comenta en la entrevista y lo que se publica en línea. También deja a un lado los videos inapropiados, opiniones radicales, faltas de respeto hacia otros, y errores graves de ortografía en las publicaciones.
- No enviar un correo de agradecimiento. El 90 % de las personas no envían un correo de agradecimiento a sus entrevistadores, a pesar de considerarlo igual de importante que hacer preguntas en la entrevista.
Un buen texto dice mucho de ti y puede diferenciarte de otros candidatos, incluso posicionándote para avanzar en el proceso de selección.
- Descuido en las entrevistas virtuales. En realidad, esta modalidad es cada vez más común.
Los errores a evitar son en gran medida los mismos que en las entrevistas presenciales, pero existen algunos aspectos específicos a tener en cuenta en este formato, como problemas de conexión que denoten falta de conocimientos técnicos, distracciones en el entorno o no mantener el contacto visual con la cámara.
- Mala preparación. Todos los errores mencionados anteriormente se resumen en este. Una entrevista es como una audición, y tú eres el actor. ¿Te imaginas a un actor presentándose sin preparación?
Investiga y asegúrate de estar listo para mostrar tu mejor versión o, al menos, aquella que encaje con lo que la empresa busca.
Llegamos al final del mapa para el éxito en tus futuras entrevistas de trabajo.
Has conocido los errores frecuentes y te hemos dado consejos para sortearlos. Ahora, el próximo paso está en tus manos.
Si el artículo te ha sido útil, no dudes en compartirla con amigos y familiares que puedan estar en la búsqueda de empleo.
Recuerda, una entrevista de trabajo no es solo un encuentro, es una oportunidad para mostrar quién eres y lo que puedes aportar.