Desempleado no es lo mismo que parado

Desempleado no es lo mismo que parado

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Si por desgracia estás en desempleo, en este artículo se va a intentar analizar y aconsejarte el cómo debe de ser tu actitud en una situación tan poco agradable como ésta.

El que estés desempleado, cobrando o no la prestación, no implica que debas de estar parado. Hay gente que cree que mientras dure “el paro” tampoco se debe de preocupar y apurar en la búsqueda de empleo. Esta actitud totalmente pasiva es sinónimo de “estar parado”.

Aunque sea muy apetecible cobrar una mensualidad sin trabajar, recuerda que cada 4 meses que te encuentres en situación de desempleo, supone empobrecer tu currículum 1 año. Estar un año desempleado supone 3 años que has perdido en tu curriculum, en tu experiencia y en definitiva es algo que deberás de justificar en tus procesos de selección. Esta situación de desempleo genera cierta imagen de “pasividad”, algo que como comprenderás no le gusta a nada a los entrevistadores.

No te pares, comienza a buscar empleo desde el primer día que te apuntas en el INEM y pasa a ser un desempleado. Ese es tu nuevo trabajo. Mantén en todo momento una actitud proactiva, busca todas las fuentes que están a tu alcance para encontrar ofertas de empleo y ten en cuenta que “no sólo de hojas salmón vive el desempleado”. No esperes a las ofertas de empleo que salen en los suplementos de economía o de negocios de los domingos en la prensa tradicional. Eso es una postura completamente pasiva nada proactiva.

Recuerda que hoy por hoy la red ofrece infinitas posibilidades a la hora de buscar empleo con numerosas webs dedicadas a esta labor.

Por ejemplo el artículo ¿Buscas Trabajo? Encuentralo en Internet hoy mismo, que se encuentra en el blog Senior Manager en….. Corporaciones Multinacionales (El arte de trabajar en ellas) te puede ayudar y mucho en tu búsqueda de empleo.


Mueve tus relaciones sociales. Es una situación poco gratificante, pero nunca sabes donde puede surgir una oportunidad de empleo. Si a tu red social de contactos no le comunicas tu nueva situación, en caso de surgir alguna posibilidad no se van a acordar de ti. Esto es algo que puede no ser agradable o resultar incómodo, pero ten en cuenta que en España, muchos de los puestos de trabajo se consiguen mediante los contactos, Por lo tanto realiza lo que yo llamo una cadena de eslabones relacionales.

Ya tienes un nuevo trabajo, que es el buscar un empleo, ya has conseguido multitud de canales para obtener ofertas y ya has movido “tus contactos”. Aún así la cosa se presenta difícil. Evita caer en la apatía y en la dejadez.

¿Qué deberías hacer? Formarte y adquirir nuevas habilidades o mejorar las que tienes, pero que sirvan para poder optar a tu objetivo final que es la búsqueda de empleo. Se “activo”, no se te ocurra apuntarte a un curso de aprender a tocar la guitarra, porque salvo que seas músico, esa habilidad de poco te va a valer en tu trabajo de buscar empleo. Analiza las ofertas de empleo e intenta formarte si es posible en lo que más se demanda o en los requisitos habilidades más demandadas (idiomas, informática,….). Recuerda que el tiempo que pierdes de curriculum al estar desempleado lo recuperas aportando formación. Busca eso si, formación de calidad y de reconocido prestigio. Mucha de la formación ofertada para los desempleados es de bajísima calidad. Busca que seguro que hay cosas que valen la pena.

Analiza tu experiencia laboral hasta la fecha e intenta completarla con una formación que te permita engrosar tu curriculum de una manera óptima. Aquí es cierta la frase de “que el saber nunca está de más”.

Hasta aquí hemos visto las formas de, aún desempleado, estar “activo”. Pero puede que con todo y con eso, la búsqueda de empleo empiece a demorarse más de lo deseado, con lo que un sentimiento de “angustia” va creciendo, sobre todo si no te han llamado para realizar ninguna entrevista o bien si has pasado algunas y no has tenido el resultado deseado.

Es cuando ahora empieza el proceso más personal y más íntimo que debes de hacer. Preguntas cómo  ¿Existe la posibilidad de optar a un puesto laboral como el que tenía? ¿Debo de cambiar de puesto y/o sector de actividad? ¿La competencia en mi búsqueda posee virtudes que yo ya no poseo tales como empuje, juventud, formación,…? ¿Qué demanda el mercado laboral realmente y no qué creo que demanda?

Necesariamente debes de hacer un análisis profundo de tu persona y de tu situación personal. Engañarse a uno mismo con falsas ideas como “que la experiencia es lo más importante”, “no quieren a gente joven para puestos como estos”, “es que tengo mala suerte”,…. .Suelen por desgracia ser disculpas de mal pagador, que se deben fundamentalmente a que no puedes o no quieres ver la realidad que te rodea.

Aunque es muy crudo algunas veces, debes de aceptar que se te ha “pasado la hora” para determinados puestos de trabajo, pero cuanto antes te des cuenta y lo aceptes, más rápida y sobre todo efectiva será tu búsqueda de un nuevo empleo.

¿Cómo hacer este análisis? Respuesta algo difícil. Dependerá mucho de la personalidad de cada uno, pero en su esencia debe de seguir una serie de pasos.

Te sientas en una mesa y analizas tu formación o preparación y tu experiencia laboral.
Analizar la tipología de las empresas que están demandando más gente en estos momentos.
Miras tu edad y si puedes, que puestos están desempeñando gente de tu generación (que pudiesen servirte de espejo generacional).
Recapacita sobre tus habilidades adquiridas durante tu experiencia laboral, sobre todo las relacionadas con “el trabajo en equipo”, “el liderazgo”, “la comunicación”,…. Y que pueden convertirse en armas y puntos fuertes tuyos.
Intenta saber como se forman actualmente tus competidores o que perfiles profesionales se buscan (los anuncios muchas veces te lo especifican claramente) y saber si tu te adaptas o no a ese puesto (no creer que si, sino tener la certeza de ello).
Analizar que estoy dispuesto a cambiar en mi forma de trabajar en caso de ser elegido para un puesto de trabajo (trabajar más horas, a turnos, menos sueldo, menos cargo, movilidad geográfica….). Ser honesto con los sacrificios a realizar.

Todo esto te puede dar una imagen bastante real de los puestos que se demandan, de quien compite contigo en los procesos de selección, de que tienes que decir en las entrevistas o simplemente te valen para saber que una oferta (a lo mejor por una simple cosa que no estás dispuesto a cambiar, por ejemplo la movilidad de residencia) no es la adecuada para que presentes tu candidatura.

Como conclusión espero que este artículo te ayude a ser más “activo” y no “pasivo”, más “proactivo” y no “reactivo” (promueve tu las cosas no los demás), más “positivo” y menos “negativo”, pero sobre todo te ayude a ser “realistas”.

Acuérdate de esta frase: “A una persona no se le mide por lo alto que llega, sino por lo que consigue rebotar después de haber tocado fondo”. George Patton.