La definición de mercaderista, o la 'mercadista definición', es difícil de concretar puesto que este término hace referencia a diferentes profesiones según el país en el que se use. Mientras que en España es poco habitual utilizar esta palabra, en algunos países de América Latina se corresponde con los oficios de vendedor, promotor o ejecutivo de ventas. En otros del mismo continente, en cambio, se refiere al experto en marketing y/o estudios de mercado. Dicho de otro modo, mientras la primera definición hace referencia al proceso de venta, la segunda se corresponde con las estrategias que se deben utilizar para lograr vender un producto al público más amplio posible.
El mercaderista entendido como promotor de ventas tendrá que ser una persona proactiva, desenvuelta y con un gran don de gentes. Ha de ser alguien capaz de sintonizar con los clientes, y por supuesto un gran conocedor del mercado en el que trabaja. Debe ser una persona persuasiva, eficaz y que domine de las técnicas y programas informáticos imprescindibles para el desarrollo de su profesión. También debe tener buena presencia y, en algunos casos, disponibilidad para viajar o moverse a menudo.
En muchos sentidos el perfil de mercaderista entendido como experto en marketing y estudios de mercado coincidirá con el ya descrito. Sin embargo, en este caso se requiere un conocimiento de las técnicas de mercado y de las características del mismo desde un punto de vista más amplio, así como nociones de estadística y/o publicidad. A diferencia del perfil anterior, estos profesionales no trabajan con una sola empresa o producto, sino que a menudo desarrollan su labor bajo el encargo de terceros. Eso significa tratar con una gran variedad de clientes y, por tanto, la necesidad de conocer el mercado desde un punto de vista más amplio, y sobre todo las técnicas adecuadas para analizarlo e incidir en él.
Excepto algunos casos del primer perfil de mercaderista, como el de aquel que se dedica a la venta al pormenor, ambas concepciones de la profesión requieren de formación previa y un mínimo de experiencia para poder llevarse a cabo como es debido. Ninguna empresa contratará a un mercaderista novel y sin estudios, a diferencia de lo que sí puede suceder en otros empleos. Así que si crees que encajas con las aptitudes adecuadas para el puesto, busca lugares en los que formarte. Un Máster en Dirección Comercial y Marketing, por ejemplo, es un buen modo de empezar.
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