¿Te quedas trabajando tiempo extra? ó ¿Eres de los que consigue salir de su trabajo a la hora "establecida” sin sentirse culpable?
Actualmente y en teoría, las jornadas laborales se han reducido... Pero no deja de parecer irónico como (en la práctica) y muy especialmente en el sector privado, se trabajan cada vez más horas fuera del horario formal de la empresa. Horas que más tarde nunca resultan remuneradas o por lo menos en la gran mayoría de los casos.
Las horas extra retribuidas son extremadamente costosas para la empresa, así que en ciertas empresas, se ha implementado una especie de ley implícita e interna que determina que trabajar más de la cuenta es el precio que un empleado debe pagar por mantener su empleo, sobre todo en estos tiempos que corren; en donde los índices de paro suben cada día más y el panorama laboral futuro se presenta muy negro y desalentador.
Esta injusticia, que domina a muchos trabajadores y que los mantiene en un constante miedo a quedarse sin empleo, no es más que el resultado de muchos factores culturales y organizacionales que vienen arrastrando las empresas desde las décadas de los 80 y 90 en donde se veía con malos ojos a un trabajador que abandonaba la empresa en su hora justa de contrato.
Así que por increíble que parezca y en pleno siglo XXI, todavía vemos a trabajadores haciendo horas extra no remuneradas sólo porque estas acciones siguen siendo bien vistas por los mandos intermedios y algunos mandos superiores. Peor aún, la tecnología ha hecho que los móviles/celulares y los ordenadores portátiles/lap-tops se conviertan en extensiones de esta práctica manteniendo a los empleados disponibles para sus jefes a prácticamente cualquier hora del día.
Si tu jefe o patrono promueve situaciones de este tipo, entonces debes saber bien a lo que me refiero. Lo más seguro es que tu empresa no cuente con un sindicato o que cuente con uno de miembros débiles o subyugados al patrono.
Los argumentos más comunes que utilizan las empresas abusivas refiriéndose a ti en ese sentido y buscando que te quedes trabajando sin cobrar, son los siguientes:
- "Te falta compromiso y estás poco implicado en los objetivos de la empresa".
- "Tienes conductas de “funcionario” pues eres sólo un “cumplidor” de horarios".
- "Mira a tus compañeros como si se quedan mientras tú te vas".
- "Eres un mal ejemplo para el resto".
¿QUÉ PUEDES DECIR Y/O HACER PARA DEFENDERTE?
Primero que nada, debes estar convencido de que el hecho de irte a tu hora no significa que no estés comprometido con la empresa. Lo segundo, es contrarrestar esa imagen para convencer a tus jefes de que están en un error y la mejor forma de hacerlo es tener contra-argumentos, así que deberás iniciar alguna acción tangible que te ayude a darle peso a tus nuevos argumentos.
Cuando la productividad en una empresa es baja, la solución más común es hacer que los empleados dediquen más horas al trabajo, pero esta salida siempre resulta ser la menos inteligente, pues en lugar de aumentarla, la estanca… Si por el contrario se organiza, planifica y programa el tiempo y las tareas con eficacia, el rendimiento será mucho más efectivo y nadie tendrá excusas para pedir a los empleados que se queden.
Así que te propongo algunos consejos útiles:
- Lo que mejores resultados me ha dado para demostrar que la empresa me interesa, es comunicar formalmente a la dirección (o jefes directos) sobre alguna propuesta de mejora producto de mi propia invención. Con estas acciones he conseguido siempre demostrar que la empresa realmente me interesa y que me preocupo por ella, pero nunca en detrimento de mí tiempo libre.
Realizar, por ejemplo… Un sencillo programa de flexibilidad horaria, Un plan de reciclaje, Un estudio de funciones, Una tabla de lo que toma realizar cada tarea para determinar si hace falta más personal ó determinar si se necesitan nuevos cursos de formación, etc. Son acciones que muestran tu interés por ayudar a la empresa a mejorar.
El hecho de ofrecer a tus jefes soluciones para mejorar las tareas cotidianas es un aspecto que dirá mucho sobre ti… La intención es demostrarles (con hechos) que realmente te preocupa la empresa y al mismo tiempo tener argumentos serios para cuando alguien te diga lo contrario… Ten en cuenta que muy pocos empleados se toman la molestia de presentar este tipo de propuestas o planes de acción por propia convicción, así que si lo haces y sigues mi consejo, casi serás el único y eso te dará una gran ventaja frente a los demás.
- Llega siempre puntual al trabajo y trata de no faltar por razones absurdas, sobre este aspecto los jefes siempre se dan cuenta y están pendientes de la puntualidad. Es preferible llegar unos 15 minutos antes y encender el ordenador/computadora para empezar a trabajar que quedarse luego de la hora. En mi caso, este hábito me ha ayudado mucho a mostrar una imagen de responsabilidad y puntualidad que mis jefes siempre han apreciado a la hora de ascensos y otros beneficios. Recuerda que…“Crea fama y acuéstate a dormir”.
- Si te asignan tareas de última hora o si sabes que quedarán pendientes sin que puedas hacer nada… No tengas reparo en ir con tu jefe y enseñarle tu agenda mientras le preguntas abiertamente en dónde encajaría él la tarea atrasada. Puedes pedirle también que te ayude a designar niveles de prioridad a los temas en atraso, para que sepa que le das importancia a lo que haces y dejar claro de que no te sientes responsable porque estos hayan quedado pendientes, sino más bien preocupado.
- No muestres síntomas de tener tu trabajo atrasado, pues es la mejor excusa de los jefes para presionarte a hacer más horas. Una mesa atestada de papeles y desordenada es el principal síntoma de que hay atraso. Independientemente de si estás realmente en atraso ó no… Mantén tu lugar de trabajo siempre en orden y la mesa despejada y limpia, lo que dará una imagen de puntualidad en tus asuntos.
- Mantén con tu jefe directo un formato intercambiable de agenda o una lista de asuntos pendientes que incluya una planificación diaria/semanal y que tenga dos apartados: Uno para las prioridades y otro para las fechas de entrega. Esto le demostrará que estás dedicado de lleno a tu trabajo y que compartes con él/ella una actualización constante de tus tareas…Invítalo a que te ayude a ajustarla y a establecer prioridades, le encantará tu iniciativa…
- Trabajar al cien por cien cada día y durante todo el día es imposible. No te conviertas en una máquina de rendimiento, pero aprende a estar en tu puesto de trabajo en los momentos en que puedas ser observado por tus jefes, pues son ellos los que verán cuando estás ausente, ya sea que hayas ido al baño o a tomarte un café. Si creas una imagen de ti mismo en la que siempre estás trabajando, luego será difícil borrarla y viceversa. Las apariencias ayudan mucho, así que úsalas.
- Determina si la empresa te ha dado todas las herramientas y medios necesarios para desarrollar tu trabajo de forma eficiente (información, tecnología, infraestructura, etc.) y hazle saber por escrito a tus jefes en caso de que necesites alguna herramienta adicional para tener al día tus responsabilidades. Eso cubrirá tus espaldas en caso de que traten de llamarte la atención.
- Identifica al que presiona para la gente se quede en el trabajo más tiempo del establecido en el contrato, pues siempre hay un jefe o director “feudalista” y obtuso que sigue manteniendo esta línea de pensamiento retrógrada. Por lo general es sólo uno, el resto sólo le sigue la corriente o se dejan envolver por su influencia.
Una vez lo identifiques, demuéstrale con acciones que eres un buen trabajador, que eres puntual y que te interesa la empresa, por lo que no se hace necesaria tu presencia luego de la hora establecida. Si es necesario pide hablar con él/ella y dale tu punto de vista; muchas veces los empleados se muestran reacios a expresarse ante sus jefes por miedo a “no sé qué”, pero ten por seguro que no hay nada que respeten y aprecien más los jefes, que un empleado que les sepa plantar cara de forma educada.
Aclaratoria importante: En países como EEUU, Australia o Alemania (por poner un par de ejemplos), es conveniente y casi obligado salir del trabajo a la hora exacta pautada en el contrato. En estos países, el hecho de quedarse luego de la hora demuestra que no eres capaz de cumplir con tus funciones y es posible que entonces tus jefes comiencen a dudar de tu capacidad, por lo que podrías poner en riesgo tu puesto en la empresa… Toda una contradicción en contraste con los países de habla hispana.
Así que al parecer, el tema de quedarse luego de la hora es un tema cultural netamente nuestro, pues particularmente y luego de haber trabajado en empresas de Latinoamérica, España y EEUU, ha sido en los dos primeros en donde he encontrado esta funesta práctica… Definitivamente nuestra cultura nos afecta y nos atrasa.
Les dejo con una reflexión que encontré en el blog Reflexiones Diarias y que explica muy bien lo que he querido transmitir tocando este tema a lo largo del post.
"La única posibilidad de encontrar el equilibrio necesario para que una persona sea sana en lo psicológico, emocional e intelectual es que le dedique tanto tiempo a sus relaciones personales como a sus relaciones laborales. Las exigencias laborales se han vuelto muy demandantes. Algunas empresas han obligado a sus empleados a posponer su vida personal para un futuro que nunca llega y lo que es peor, a renunciar a ella para sustituirla con la vida laboral, lo cual es absurdo."
Mi consejo: No hacer horas extra y mucho menos sin remuneración...A la larga, encuentro que todas las horas que dediqué "de más" a las empresas en las que he trabajado no han merecido la pena... Si pudiera retroceder el tiempo optaría por pasar más ratos de calidad con mi familia.
Fuentes:
media.eresmas
Libro: "La Dimisión Interior" de Iñaki Piñuel