¿Qué es una deuda líquida vencida y exigible?

Qué es una deuda líquida vencida y exigible

Qué es una deuda líquida vencida y exigible

Hoy, la inmensa mayoría de los españoles, tiene alguna deuda por cubrir; ya sea, que estén en proceso o que la hayan dejado de pagar por cualquier motivo. Hay hipotecas, tarjetas de crédito, préstamos personales o deudas líquidas vencidas y exigibles.

Una estimación hecha por empresas privadas de reparación de deudas, señala que de cada 10 españoles endeudados, 5 son mujeres, a quienes les cuesta más cumplir con el pago, dado que obtienen una remuneración más baja que la de los hombres.

Este nivel de endeudamiento, se debe a la mala administración económica de la población española.

Aunque existen muchos tipos de impagos, uno de los más comunes es la deuda líquida. En esta nos vamos a centrar para orientarte y que sepas cada uno de los detalles que la determinan.
Una deuda es una obligación que asume una entidad, ya sea natural o jurídica, sobre el capital que ha recibido a modo de préstamo y con ciertas condiciones pactadas previo al contrato entre el deudor y el acreedor.

Estas cláusulas a cumplir, tienen que ver con el importe total, el plazo para pagar, tipo de interés y la forma en que será saldada la deuda o las cuotas que se recibirán.
Pero, ¿cuándo una deuda es exigible? Te lo vamos a contar para que sepas que hacer frente a un compromiso como este.

¿Qué es una deuda exigible?

Cuando una persona deudora está obligada a cumplir con un compromiso o pago, y que este, no esté sujeto a ninguna condición, se entiende como deuda exigible.

Este tipo de obligación debe ser dineraria, determinada y cuantificable.

En el caso de las empresas, las deudas exigibles pueden ser a corto o largo plazo.

Las deudas exigibles a corto plazo, tienen un vencimiento inferior a un año. Estas pueden ser a través de créditos que la empresa usará para su funcionamiento diario o pago a proveedores que deben hacerse, por lo general, en los próximos 90 días.

En el caso de las deudas exigibles a largo plazo, tienen una fecha de caducidad superior a un año, pues, se trata de compromisos adquiridos para hacer grandes inversiones.

Las hipotecas son un claro ejemplo de exigibles a largo plazo, ya que tienen periodos de 10, 15 o más años para ser canceladas.

¿Qué es una deuda liquidada?

En este caso, se hace referencia a aquellas deudas donde el monto adeudado se ha establecido de manera previa.

En la mayoría de los casos, una deuda liquidada se conoce desde el principio; pero, otras veces, se tendrá que trabajar con los acreedores e, incluso, con los tribunales, para acordar el monto.

Un ejemplo de deuda liquidada, es el préstamo para adquirir un nuevo coche, pues, cada mes, el deudor recibe el estado de cuenta donde se detalla la cantidad de dinero pendiente para completar el pago total del crédito otorgado.

Cuáles son sus principales diferencias

La exigibilidad de una deuda, está determinada por la forma en que se condiciona. Es decir, si no existen impedimentos legales y el deudor no cumple con sus compromisos, la contraparte está en el derecho de exigir, mediante un proceso monitorio, el pago no satisfecho de una obligación de deuda.

En el caso de una deuda liquidada, los importes se conocen y se pactan. Sí, por el contrario, hay disputas o condiciones sobre la deuda o depende de otro evento, entonces la deuda no está liquidada.

¿Cuándo una deuda deja de ser exigible?

El 6 de octubre de 2015, se publicó la Ley 42/2015, la cual modificó la prescripción de las acciones personales, entre ellos, el plazo en el que una deuda es exigible.

Previo a esta legislación, el tiempo para que un acreedor exigiera el pago, era de 15 años, pero, tras la publicación del instrumento legal, se redujo a 5 años.

Esto, para algunos abogados, busca penalizar a los “acreedores perezosos”, quienes han dejado en el olvido, los compromisos, las deudas pendientes y no las han reclamado.

Pasados estos 5 años desde el momento en que se puede exigir el cumplimiento de la obligación, si no hay ninguna solicitud de pago, el acreedor ha perdido su derecho de reclamar, víctima de su propio desinterés.

¿Qué pasa si el deudor no tiene bienes para embargar?

Cuando una deuda no es cancelada en la fecha establecida, el acreedor puede acudir a un proceso monitorio o judicial para intentar recuperar, de forma más o menos rápida y sencilla, el dinero que le adeudan.

Si finalizado el proceso judicial, la persona no paga en el tiempo establecido, da razones por escrito y la deuda supera los 2000 euros, esto podrá suponer el embargo de bienes, nóminas o cualquier otro activo del deudor.

Pero, ¿qué ocurre si esta persona no cuenta con ninguna propiedad a su nombre?

En este caso, al no ser propietario de un inmueble o no estar trabajando, la persona no podrá ser embargada, pues, no existe nada que pueda ser confiscado. Eso sí, apenas adquieras un bien a tu nombre o empieces a trabajar, se ejecutará la orden de embargo.

¿Qué deudas no prescriben nunca?

Si bien, en España hay muchas deudas que prescriben pasado un tiempo, el cual, se determinará por el carácter del crédito otorgado, hay otras que nunca pierden su vigencia.

De acuerdo con el artículo 1965 del Código Civil español, señala que no prescriben deudas vinculadas a la partición de la herencia, la división de la cosa común, el deslinde de las propiedades contiguas o elevar a escritura pública un documento privado.

¿Quién paga un préstamo personal si fallece el titular?

En el caso de la muerte de una persona que tenía alguna deuda por cubrir, esta no desaparece, sino que entra en juego lo que se conoce como cadena sucesoria.
Y sí, las deudas también se heredan.

Si el beneficiario directo, por alguna razón, rechaza la herencia; los herederos secundarios junto a las posesiones tendrán que aceptar las obligaciones contraídas.

Otra forma de cubrir la deuda dejada por la persona fallecida, es aceptando la herencia a beneficio de inventario; es decir, los herederos solo recibirán los bienes que queden una vez se haya cubierto el compromiso pendiente.

Endeudarse es la opción que muchas personas tienen para poder adquirir bienes o echar a andar su empresa, sin embargo, se debe ser muy cauteloso y responsable con los compromisos asumidos para evitar así procesos que terminen afectando más de la cuenta.

No es necesario esperar a que una deuda líquida vencida y exigible sea eliminada por ley, siempre lo mejor será cumplir con su pago para que las puertas queden abiertas por si, en un futuro, vuelves a necesitar de un préstamo.