Esperar 72 horas antes de comprar: el truco de ahorro que sí funciona

Esperar 72 horas antes de comprar

Esperar 72 horas antes de comprar

Sobrevivir a la inflación

En estos tiempos que corren, hay mucho miedo a una crisis, así que siempre estamos buscando formas de ahorrar. El problema es que es complicado y aburrido, así que muchos acaban cayendo. Eso sí, hay algunos trucos que sí que funcionan, como el truco de las 72 horas de espera antes de comprar.

Los expertos dicen que este truco sirve para controlar las emociones y solamente comprar lo que necesitas. ¿Es eso verdad? Pues vamos a explicarlo, contando cómo funciona este método y cómo hace que consigas ahorrar dinero a corto y largo plazo. Además, explicaremos otros métodos de ahorro que también funcionan bien.

Así es el truco de las 72 horas para ahorrar dinero

El truco de las 72 horas es un método de ahorro que funciona muy bien. Como su propio nombre indica, simplemente vamos a esperar 72 horas antes de comprar algo que nos guste. Eso sí, debes desconectarte del producto completamente durante esos 3 días, es decir, no mirar nada en internet ni informarnos. La razón es que, si nos informarnos, nos autoconvenceremos de que lo necesitamos.

Si pasado ese tiempo de 72 horas sin investigar aún queremos el producto, probablemente es porque lo necesitamos de verdad. En el caso de que se te pasen las ganas, resulta que era por una emoción y sin ella, ya no lo vemos como algo útil.

Este truco es tan bueno porque las empresas y los vendedores utilizan las emociones para vendernos algo. Nos convencen con anuncios chulos, asociando el producto a nuestra forma de pensar o simplemente utilizan trucos psicológicos para convencernos. Eso hace que mucha gente acabe comprando de forma compulsiva, arrepintiéndose después. Con este sistema, conseguiremos por fin dominar nuestras emociones y comprar cuando realmente nos haga falta, no cuando ellos quieran que lo hagamos.

Otros trucos de ahorro

El truco de las 72 horas es una buena de ahorro y autocontrol, pero no es el único método. De hecho, te vamos a dar 3 trucos más, los cuales te van a ayudar a ahorrar dinero. Eso sí, la mayoría requieren esfuerzo, así que tendrás que ponerte las pilas para que funcionen correctamente.

Ponte objetivos y haz un presupuesto

El primer truco es el de motivarte para ahorrar con objetivos mensuales. Las personas muchas veces no tienen fijada una cantidad mínima de ahorro y se dejan llevar, lo que causa que acaben sin realizar esos objetivos de ahorros.

Eso sí, para que esto funcione, debes saber exactamente lo que entra y lo que sale. Para ello, hay que realizar un presupuesto, el cual nos permitirá controlar lo que estamos gastando. Haz una columna de ingresos y otra de gastos, apuntando todos los gastos fijos y todos los ingresos que suelen entrar en tu casa.

Después de descontar los gastos imprescindibles, te quedaría el ahorro potencial. Eso sí, ya sabemos que existen gastos variables y además de pequeños gastos en ocio. Por ello, debemos tener un objetivo de ahorro realista y ajustarnos a él.

Si estamos ganando 2000 euros y tenemos 1200 de gastos fijos, podemos proponernos una meta de ahorro de 400 euros al mes, es decir, el 20% del sueldo. Así dejaríamos 400 de margen para gastos variables y también para ocio y caprichos.

Paga en efectivo

Hoy en día, la mayoría de los pagos se hacen con tarjeta, una opción cómoda y fácil. El problema es que gastamos sin darnos cuenta, ya que es un dinero que no se ve y que no nos cuesta tanto gastar. De hecho, luego vemos el extracto bancario y nos asustamos de todo lo que nos hemos gastado sin darnos cuenta. Además, algunos estudios dicen que la tarjeta activa los circuitos de recompensa, haciendo que se pague de más y se hagan compras compulsivamente.

Un truco para evitarlo es pagando en efectivo. Saca dinero y gástate únicamente esa cantidad que hayas sacado, sin tirar de tarjeta. Volviendo al ejemplo anterior, si te quieres gastar 200 euros en ocio, saca esos 200 euros a primeros de mes y no toques la tarjeta.

Aparta el ahorro primero

Mucha gente gasta más cuanto más gana, algo que hace que termine sin ahorrar. Un buen truco es apartar el dinero que se quiere ahorrar a una hucha o cuenta aparte nada más empiece el mes. De este modo, nos comportaremos como si ese dinero no existiera.