Si vas a un hotel, no dejes nunca la habitación así

Habitación de hotel

Cama desordenada

De cómo deberíamos comportarnos en los hoteles hemos hablado algunas veces. También hemos profundizado en cuáles son ese tipo de cosas que las personas hacen en los hoteles y que luego no le cuentan a nadie. Pues bien, hoy queremos tomar de ejemplo lo ocurrido en un hotel de Taiwán para reflejar claramente cómo no deberíamos dejar una habitación después de irnos de ella.
Cuentan las señoras de la limpieza del hotel que nunca habían visto un desastre como ese, lo que ha llevado a que aparezca en Internet y se convierta en la comidilla del día de los medios. El problema no ha sido dejar la cama sin hacer o las toallas en el suelo del baño. Las responsables de la limpieza describen el caos de la habitación como si hubiera ocurrido una "explosión".
No es para menos. Se puede ver papel higiénico por la habitación, manchas negras extrañas por doquier, todo tirado por el medio e incluso restos de las necesidades de uno de los huéspedes en la propia cama. Cuentan desde el centro que el olor y la mancha ya se habían pasado al colchón y que ya no podrían salvar la pieza de la habitación debido a lo desagradable que resultaba.

Es un estado de habitación deprimente que nos muestra claramente dónde se encuentran los límites de la educación. Tal y como decíamos antes, hay cosas en las habitaciones de los hoteles más comunes que otras. Dejar la cama sin hacer, lógicamente, es normal, dado que además se da por supuesto que el hotel cambiará las sábanas cuando venga el siguiente cliente. Tirar una toalla al suelo mojada tampoco es de un nivel de gravedad extremo, pero luego hay ciertas cosas, como las que han hecho los huéspedes sin identificar de este hotel de Taiwán, que deberían evitarse por todos los medios posibles.

Ya no hablamos de casos extremos, como dejar manchas de sangre o restos orgánicos de diferentes orígenes en la cama y otros espacios de la habitación, pero tanto si estamos en un hotel de lujo, un hotel modesto o incluso un motel, debemos mantener unas normas mínimas de convivencia para respetar a quienes deben pasar luego a limpiar y recoger todo.

Al fin y al cabo, aunque las señoras de la limpieza tienen un trabajo muy bien definido, no entra en su nómina un factor de peligrosidad como el que supone tener que limpiar habitaciones en las que han quedado incluso restos desagradables con el ADN de los huéspedes. Siempre hay que tener cierto nivel de educación y control para que quienes vengan detrás nuestro a las habitaciones no piensen que somos unos clientes desagradables. En este hotel de Taiwán, eso sí, ya saben qué es lo máximo que se pueden llegar a encontrar, al menos hasta nuevo aviso.

Vía: Rocket News 24
Foto: Abi Skipp