La Habana conserva como ninguna otra ciudad ese encanto colonial de la Nueva España. A sus formas y arquitectura reconocibles al momento se le une todo un conglomerado cultural rico y heterogéneo, mezcla de África, América y Europa. Por eso, si vas a hacer turismo en Cuba, lo bueno es contar con una ruta previa de monumentos o edificios históricos. Así, uno de los primeros y fundamentales en esta lista que no debes perderte es el Capitolio Nacional. Sí, es muy similar al de Washington; en realidad tal vez se deba al apoyo decisivo de Estados Unidos para su construcción. Hasta cinco mil obreros se emplearon en sus obras y se tardó unos tres años en levantarse.
Por su parte, la Plaza de la Revolución era el lugar predilecto de Castro para sus masivos discursos. Además, se halla flanqueada por sendas representaciones de dos de sus más célebres revolucionarios: Che Guevara y Camilo Cienfuegos, respaldados por el monumento a José Martí. Asimismo, en la Plaza de Armas encontrarás un famoso templete de estilo neoclásico, compuesto por un pórtico con seis columnas dóricas, un friso y un frontón. Se construyó en el siglo XIX. En su interior alberga un museo con lienzos del francés Juan Bautista Vermay.
Siguiendo con la revolución, el Memorial Granma, en honor al yate que partió de Veracruz con un grupo de exiliados cubanos liderados por Fidel Castro, se inauguró en 1976. En él se exhiben diversos objetos vinculados con este hecho, como coches, aviones, tanques o bombarderos. Por otro lado, de época colonial todavía se conserva la Basílica de San Francisco de Asís, aunque no se oficie ya ningún servicio católico. En la actualidad funciona como teatro infantil de barrio. Otra maravilla de esta época es el Palacio de los Capitanes Generales, hoy reconvertido en el Museo de la Ciudad de La Habana, dedicado a las Guerras de Independencia de Cuba. Posee una impresionante portada de mármol de Carrara.
Realmente sigue impresionando la entrada de la bahía, donde se conservan todavía cañones y fortalezas, una de las mejor conservadas es el Torreón de San Lázaro que se utilizaba antiguamente como vigía. Precisamente aquí, contra la costa, se estalló el buque norteamericano Maine, lo que originó que Estados Unidos se pusiera del lado de los cubanos durante su guerra por la independencia de España. De hecho, en el Malecón, la avenida principal de la ciudad compuesta por seis carriles, se alza un sentido monumento a las víctimas de esta desgracia.
En suma, la capital cubana guarda en su interior tesoros naturales que ni siquiera necesitan ser famosos para gozar de su hermosura pues muchas de sus casas son auténticas obras de arte que debes descubrir. Mención aparte merecen sus antiguos coches americanos de los años cincuenta: Chevrolet, Cadillac o Buick.
Fuente: Minube
Foto: Pascal Hassenforder
Edificios históricos de La Habana

habana