Aunque parece algo evidente, muchos se preguntan en qué lugares encontramos el agua dulce y para qué otros localizamos agua salada. Se trata de un bien preciado que encontramos sobre todo con estas dos condiciones. Por su valor para consumo humano, agricultura, ganadería... es un bien preciado que queremos conocer y saber cómo cambia según su localización.
"Agua dulce, agua salá", que diría Julio Iglesias. Sois muchos los que antes de planificar un viaje os preguntáis qué tipo de agua os vais a encontrar en el lugar de destino. ¿Será el Rin un río de agua salada? ¿Estarán las playas caribeñas bañadas por agua dulce? Hoy resolvemos estas dudas para que no cometáis ningún error al discernir dónde se encuentra el agua salada de dónde se encuentra el agua dulce. Que el salitre o la falta de él no os estropee el viaje de vuestros sueños.
Si nos lee algún amante de la sosez en general, que se tape los oídos. O mejor dicho, los ojos. Para su desgracia, el 97% del agua de la Tierra es agua salada. Los culpables son los océanos, así que ya sabéis a quien pedirle explicaciones. Aunque por supuesto, los mares no se quedan cortos, y hay uno que abusa tanto del tema que casi es posible caminar sobre su superficie. Hablamos del Mar Muerto, aquel que baña las orillas de Jordania, Israel y Palestina. No obstante, este mar se considera técnicamente un lago endorreico, y su composición es algo distinta de la del agua que ocupa la mayoría de superficie terrestre.
Quienes quieran huir de tanto 'salero' deben dirigirse, por ejemplo, a los polos Norte y Sur. No son precisamente el lugar más confortable del planeta, pero es bueno saber que la superficie helada de los mismos es agua dulce por el efecto del frío y las continuas nevadas. Ahora bien, quienes opten por el Ártico, por aquello de la cercanía, deben saber que se trata de un océano, por lo que esconde agua salada a raudales bajo la superficie. No sucede lo mismo con la Antártida, ya de por sí terreno continental cubierto por hielo de lo más dulzón. De hecho, necesitaría sal para resultar potable.
El resto del agua dulce planetaria se encuentra entre nosotros, en terreno continental. Ya sea cubriendo los campos húmedos de rocío, o en forma de ríos y lagos. Este agua alimenta el ciclo meteorológico evaporándose, flotando en el aire en forma de nubes y descendiendo como lluvia y nieve de nuevo sobre la tierra. Como ya hemos dicho, el agua dulce representa una proporción ínfima del total de agua del planeta.
Como curiosidad, os recordamos que el agua dulce es menos densa que el agua salada, por lo que en la mezcla de ambas será la dulce la que quede sobre la superficie. Las diferentes densidades del agua, ya sea por una cuestión de sal o de la presencia de otros tantos minerales, son causa de algunos de los fenómenos más curiosos del mundo. Sirva de ejemplo el cenote Angelita de México, del que os hemos hablado en Dondeviajar.
Foto: ReservasdeCoches.com en Flickr.com.