10 ejemplos de quejas habituales en un hotel

10 ejemplos de quejas habituales en un hotel

Reclamaciones en un hotel

En este artículo vamos a repasar 10 ejemplos muy habituales de quejas que se presentan en un hotel. Seguramente esto te sirva para despejar dudas si estás pensando en reclamar algún problema que has tenido con tu alojamiento. Esto son problemas habituales que huéspedes han encontrado con diferentes cadenas de hoteles o pequeños hoteles, de forma que no sería nada raro para quien esté en la recepción física o telefónica atender alguna reclamación formal que puedas plantear.

Viajar y alojarnos en hoteles significa mucho más que pagar por una habitación, dormir en ella y marcharnos al día siguiente o cuando acabe nuestro periodo de descanso. La realidad es que alojarnos en un hotel supone que, durante unos días, se convertirá en nuestro nuevo hogar, y como tal, tendrá que dejarnos satisfechos en todos los aspectos. Pero es cierto que no siempre se puede salir contento de la experiencia, sino que hay ocasiones en las que sentimos que tenemos que poner una reclamación.
Siempre es recomendable no callarse y transmitir la queja al hotel por el factor que nos haya hecho sentir mal. Pero antes de nada nos vais a permitir que os hagamos una lista a modo de ejemplo de 10 cosas que podéis reclamar en un hotel si os encontráis con problemas relacionados con ellas.

1. Cancelar una reserva

Las cancelaciones de reservas son un tema peliagudo, dado que existe mucha letra pequeña al respecto. Es posible que nuestra reclamación no proceda o que caiga en saco roto si en la reserva que hemos realizado se dejan claras las condiciones y se nos impide cancelar con derecho a devolución. De todas formas, conviene saber que hay una serie de excepciones universales. Por ejemplo, que la cancelación de la reserva esté justificada por causas de fuerza mayor. Y cuando nos referimos a estas causas estamos concentrando nuestra atención en haber contraído algún tipo de enfermedad o tener un problema de salud que nos impida viajar y disfrutar del viaje. En este tipo de casos podemos reclamar para que el hotel nos devuelva el importe de la reserva, por lo que es recomendable no dejar de realizar la reclamación a fin de que la situación no se vuelva a repetir en el futuro con otro viajero.

2. Tu habitación está ocupada

Cuando hiciste la reserva es posible que solicitaras un tipo de habitación específica. Por ejemplo, una habitación con doble cama, una que tuviera vistas al mar o una habitación con cualquier otro rasgo que tuvieras la oportunidad de solicitar. ¿Pero y si esta habitación está ocupada? Puedes conformarte con otra habitación, una que posiblemente no cumpla con tus exigencias, y seguro que desde la administración del hotel están encantados de superar el obstáculo sin represalias. Pero ten en cuenta que tienes todo el derecho del mundo a reclamar exactamente lo que solicitaste en el momento de la reserva. Si tienes un documento que acredite tu petición mejor que mejor.

3. Mala comida

¿Has pagado un hotel en el que se incluye desayuno, bufé de comida o algo parecido? Seguro que tu idea idílica de unas vacaciones incluye el sentirte como un rey comiendo fuera de casa. Los hoteles pueden ser auténticos lugares para el disfrute de los viajeros, sobre todo en el caso del modelo bufé, porque es un placer levantarse e ir cogiendo cosas que nos apetezcan, sin normas ni límites. El problema es que la comida que te sirvan tenga una calidad pésima y sea incluso mala para la salud. Algunos buenos ejemplos: exceso de sal en los platos, lo cual puede tener claros matices negativos para nuestro cuerpo, grasa excesiva, platos grasientos o incluso comida que se encuentre en mal estado. No lo dejes pasar.

4. Trato poco respetuoso

No es que nos consideremos reyes de un mundo lejano cuando visitamos hoteles, pero en cierta manera queremos que se nos trate con amabilidad y educación. Es como nosotros tenemos que tratar a los empleados de estos lugares, ni más ni menos. No obstante, siempre es posible que algún empleado pague con nosotros un mal día o que sea especialmente irrespetuoso a lo largo de nuestra estancia. Es algo que podemos intentar arreglar antes de poner una reclamación, para que no sea muy negativo para esa persona, dado que nunca podemos conocer su situación personal, pero se trata de algo a tener en cuenta.

5. Equipamiento en mal estado o engañoso

En esta ocasión no hablamos de que nos den una habitación distinta a la nuestra, sino de que la habitación que nos den sea la que hemos pedido, pero que resulte muy distinta a lo que esperábamos. Por ejemplo, que la foto de la web en la que hiciéramos la reserva fuera antigua y que ahora el estado de conservación de la habitación esté deteriorado. Una imagen vale más que mil palabras, así que lo que veamos al hacer la reserva es lo que deberíamos encontrarnos después.

6. Robos en la habitación

No decimos que miremos a nadie, porque hay muchas personas en el hotel que pueden tener acceso a las habitaciones. Se puede pensar que las señoras de la limpieza son siempre las responsables de los robos que se producen entre las pertenencias de los huéspedes de los hoteles, pero no son siempre quienes los cometen. Eso sí, nosotros le tenemos que pedir cuentas al hotel, que es quien debe tener un buen control de lo que hacen sus empleados. Si nos han robado algo, debemos dar parte de ello y exigir una respuesta al respecto.

7. Poca precisión en los costes de la habitación

Hay veces que entre tanta palabrería, tanta letra pequeña y tan malas explicaciones orales, nos hacemos a la idea de que alguno de los servicios del hotel es gratuito cuando, en realidad, no lo es. La sorpresa llega cuando nos vamos a marchar y nos entregan una factura muy superior a lo que nosotros habíamos previsto. En este momento es hora de la reclamación y de ver si tenemos la oportunidad de salir ganando por la omisión de información o mala precisión de la misma.

8. Accidentes en la habitación o las instalaciones

Una mala gestión del hotel nos puede llevar a sufrir algún tipo de accidente. Por ejemplo, que nos resbalemos en la ducha, que nos tropecemos con alguna parte del suelo que no está bien fijada o que suframos cualquier otro tipo de imprevisto. Tanto si nos hacemos mucho daño como si solo es un pequeño problema, es bueno que se lo hagamos saber al hotel y si hay baja de por medio, no deberíamos dejar que este asunto se termine sin quedar claro lo ocurrido.

9. Limpieza

¿Y si llegamos a la habitación totalmente agotados con la intención de tumbarnos en la cama y descansar y descubrimos que el cuarto no ha sido acondicionado de forma correspondiente? No queremos ni imaginar lo que puede ocurrir si la cama tiene todavía las sábanas de los antiguos inquilinos, lo cual puede ser especialmente desagradable.

10. Discriminación

Hay diferencias drásticas en cuanto a lo que significa que alguien en el hotel te trate mal y que te discriminen por un motivo de xenofobia. Esto es algo que no se debe tolerar de ninguna de las maneras, por lo que la reclamación debe ser absoluta con las altas esferas del hotel. Es algo que ocurre cada vez menos, pero que lamentablemente sigue siendo habitual en algunos lugares.