El Espanyol, ¿independentista a la fuerza?
Buena la ha liado Ramón Condal en sus últimos días como presidente ‘perico’. Por si no teníamos suficiente con la contaminación separatista proveniente de Can Barça, el dirigente del Espanyol, se ha sumado al órdago lanzado por el presidente de la Generalitat, Artur Mas en pos de la independencia de Cataluña.
El Espanyol, otrora Español y siempre ejemplo de tolerancia -en su estadio aún conviven senyeras con banderas de España- se ve obligado a vivir acomplejado. Acomplejado por tener que justificar una y otra vez que se puede ser catalán y a la vez español.
Es como un ciudadano acosado moralmente. Muchos de sus vecinos, con la falta del seny del que presumen (dime de qué presumes y te diré de qué careces) llevan decenios acusándole de ser catalán ‘de segunda’, como si su intolerancia o su odio les diera a ellos la exclusiva de ser catalanes de primera.
¡Un equipo que se llama Español! ¡Fascistas! ¡Pero si en su campo se aplaude al Real Madrid! ¡Fascistas! ¡Si hasta se ven banderas de España! ¡Fascistas! “Nosotros somos los buenos, los que nos rebelamos contra el Estado franquista y la conspiración judeo-masónica que nos asfixia desde Matrit, no como ellos”, deben pensar los insolidarios analfabetos que no conocen ni la historia reciente (el reparto autonómico o las inversiones del Estado en los Juegos de Barcelona) ni la más lejana.
Desgraciadamente, el Espanyol que lleva años respondiendo “No, si yo soy muy, muy, muy catalán”, se ha subido en el ‘carro’ de los verdaderamente fascistas, los intolerantes, los que quieren cercenar la libertad de millones de catalanes a expresarse como quieran o a respetar al prójimo.
Por ese motivo, para que los fascistas no le acusen de ser “poco catalanes”, el Espanyol se ha hecho la foto junto a otros 10 clubes de Primera y Segunda División en apoyo de las selecciones catalanas.
El manifiesto, en teoría para la “promoción y defensa de los equipos nacionales catalanes” es, en la práctica, un alegato de separatismo y el Espanyol ha querido salir en la foto. No creo que los socios ‘periquitos’ quisieran involucrarse de lleno en la cruzada de Mas, pero probablemente Condal se haya inmortalizado con Rosell y el ‘president’ por miedo al qué dirán. Una victoria de la intolerancia.
Síguenos en twitter: @victorabajo
Contacto: vabajo@republica.es