España gran potencia
¿Quién nos iba a decir que veríamos a Rajoy, cual Clemenceau, en la Galería de los Espejos de Versalles regentando los destinos de Europa?.
En el Congreso de Viena, España fue una potencia menor y para colmo, con un embajador, labrador, tonto, pelmazo e insufrible. Talleyrand lo utilizaba y lo rehuía. Las grandes potencias de 1815 eran: Inglaterra, Prusia, Rusia, Austria y la derrotada Francia. Nosotros no pintábamos nada.
Las cosas han cambiado porque Rusia no está en la UE e Inglaterra se ha marchado. Rusia es Alemania y Austria perdió su territorio imperial. Países fuertes en Europa quedan Francia, Alemania y luego Italia y España, por demografía y PIB.
Los demás países de la UE son eslavos, recién llegados y debilitados por su ocupación rusa, o bien escandinavos: pequeños, fríos y más bien aislados. Alemania con Francia marcan la pauta -no olvidemos que esa era la idea fundamental de la UE: que Alemania y Francia fuesen amigos y aliados- Italia y España deben estructurar el Mediterráneo que es media Europa.
Hay tres Europas: el Mediterráneo, los bárbaros del Norte o escandinavos y los eslavos del Este junto a Rusia. Francia es mitad nórdica y mitad mediterránea, por ello debe religar a los mediterráneos con los alemanes.
La reunión de Versalles, que nos ha cogido por sorpresa en un punto de inflexión. Europa se puede hacer con estos cuatro y los demás 23 que vayan a su aire y se preparen para cambiar de velocidad. Polonia, como siempre, enredando. No en balde ha sido la causante de las guerras europeas antes de Napoleón.