La Coca-Cola
Ha muerto don José Daurella, empresario y dueño de la Coca-Cola en España. Para mi la Coca-Cola es el símbolo más claro del siglo americano, de la influencia yanki en todo el mundo. El imperio americano es un imperio de consumo, no de materias primas como el inglés, y por eso cuando aparece una Coca-Cola en Moscú o un McDonalds en la plaza de Tianamen, se puede decir que la Guerra Fría ha terminado.
Aún recuerdo cuando apareció la Coca-Cola en España y algunos fanáticos del régimen y su sistema económico autárquico, intentaron oponerle la Zarzaparrilla, bebida autóctona, castiza y cañí. Supongo que debía ser andaluza o madrileña. “ No way”. La Coca-Cola se impuso, como los pantalones tejanos ¿ por qué?.
Porque América es la modernidad, lo limpio, rico, abundante, sencillo y no casposo. Y porque la Coca-Cola entró por Barcelona de la mano de los Daurella, que eran importadores de bacalao según contaban en mi familia, porque las innovaciones no se difunden de modo homogéneo en el espacio, sino que suceden en unos pocos puntos del territorio, de ahí las desigualdades de renta entre regiones.
En España las innovaciones de la revolución industrial y la modernidad entraron por Cataluña y País Vasco por lo que ya habían sido y sus conexiones comerciales previas. Desde los 70 Madrid se les añadió como foco de difusión de innovaciones, hasta el punto que incluso la Coca-Cola se ha instalado en Madrid con Sol Daurella, la inteligente y bella continuadora de la saga. La modernidad en España se hace sobre Euskadi, Cataluña y más tarde Madrid, que difunden innovaciones, los demás adoptan. Y beber Coca-Cola en vez de zarzaparrilla. A mi me gustaba el sifón (con jarabe de grosella).