Virginia Torrecilla: la victoria de su vida
'Su' Atlético perdió, pero las jugadoras del Barça la mantearon en reconocimiento a su superación contra un tumor cerebral

Ni Nadal, ni Benzema, ni Mirotic, ni Putellas. Virginia Torrecilla Reyes, jugadora del Atlético de Madrid, fue la protagonista deportiva del fin de semana al dejar una imagen para la historia. Una imagen que trasciende al deporte por su dimensión humana. Porque el Fútbol Club Barcelona, actual campeón de Europa de fútbol femenino y que en España está arrollando en todas las competiciones, goleó ayer al Atlético en la final de la Supercopa (7-0). Pero a la conclusión del partido, sus futbolistas decidieron mantear a una jugadora rival, que pese a la derrota, también había ganado y se había convertido en un referente contra la adversidad. Era Virginia Torrecilla y celebraban con ella su victoria contra un tumor cerebral tres años después.
La escena captó a la perfección la esencia del deporte y la deportividad. Esa cara humana que a veces parece tan olvidada en el profesionalismo en un mundo en el que sólo parece importar la victoria y en el que una derrota se convierte en un drama o una crisis de Estado. Y la alegría tanto de las jugadoras barcelonistas como de la homenajeada dejaron una escena para la historia que será difícil de olvidar.
Torrecilla, jugadora mallorquina de 27 años, llegó al Atlético de Madrid en julio de 2019. Tras su paso por el Barça (2012-2015) y por el Montpellier (2015-2019), su nuevo club la calificó a su llegada como “una de las mejores centrocampistas de Europa”. Un tumor en la cabeza, del que fue operada en mayo de 2020, se cruzó en su carrera. Y el 5 de marzo de 2021, después de diez meses de tratamiento se sometió a su última sesión de quimioterapia.
La internacional española no lo dudó. Había perdido 15 kilos, pero estaba convencida de que su victoria contra el cáncer no llegaría hasta que volviera a pisar un campo de fútbol. El 24 de marzo del pasado año dio un paso más. Se reincorporó a los entrenamientos del Atlético en el gimnasio del Centro Deportivo Wanda de Alcalá de Henares.
Había perdido el pelo. Había perdido mucho peso. Pero iba ganando en su carrera contra la vida. En una emotiva escena, sus compañeras, técnicos y directivos la ovacionaron haciéndole un pasillo. En el vestuario rojiblanco, incluso, su nombre aparecía en una de las paredes. “Por ti. Por Vir. Por todos. Atleti”. Desde entonces, han sido diez meses de intenso trabajo. Y de mucha esperanza. Esperanza por regresar, que se concretó a los 85 minutos del final del encuentro del domingo. “¡Virginia, Virginia!”, comenzó a gritar el público desde las gradas del estadio de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas cuando se percataron que la balear iba a saltar al césped.
El Barça sumaba un título más de muchos. Pero el gesto con su excompañera dignificó al fútbol. Al deporte. El manteo engrandeció a las campeonas. Y reconoció a una futbolista que también ganó pese a jugar en el equipo contrario. La victoria de su vida.