Rubiales reta al Gobierno: no dimite, arremete contra "el falso feminismo" y se presenta como víctima de una cacería

Luis Rubiales, en su intervención en la sede de la RFEF en la que anunció que no iba a dimitir.

Efe.Luis Rubiales, en su intervención en la sede de la RFEF en la que anunció que no iba a dimitir.

Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha anunciado ante la Asamblea que no dimite tras el escándalo por el beso que le dio a la jugadora Jenni Hermoso tras la final del Mundial Femenino de Fútbol y comportamiento en el palco del estadio.

"No voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir", dijo Rubiales en tono elevado ante la Asamblea, que lo aplaudió. En su intervención arremetió contra el "falso feminismo", que es una lacra que asola el país, y dijo que lleva cinco años sufriendo una cacería.

La decisión de Rubiales de permanecer en el cargo es un claro desafío al Gobierno, que durante toda la semana le ha enseñado la puerta de salida, respaldado por le oposición. El ministro de Cultura en funciones, Miquel Iceta, dejó claro el jueves que si no se producía la dimisión de Rubiales, la próxima semana el caso sería elevado al TAD (Tribunal de Arbitraje Deportivo), que lo puede inhabilitar.

Empezó Rubiales justificando su gesto obsceno en el palco. "Quiero pedir perdón sin paliativos por un hecho que ocurrió en el palco cuando en un momento de euforia me agarré esa parte del cuerpo". Su explicación: "Me emocioné mucho, hasta el punto de perder el control en el momento en que nada más ganar el Mundial tu primera reacción [Jorge Vilda, entrenador de la selección femenina de fñutbol] fue girarte al palco y dedicármelo". Su gesto, dijo, fue para agradecérselo: "Ole tus huevos".

Rubiales, aún así, dijo: "Tengo que pedir disculpas a la Reina, a la infanta y a todo el que se haya sentido ofendido".

Después pasó a lo que llamó la "segunda cuestión". Se refirió al beso a Jenni Hermoso. "El beso, el pico. Más un pico que un beso. El deseo que podía tener en ese beso era el mismo que podía tener dándole un beso a mis hijas. No hay posición de dominio".

Rubiales dijo: "El falso feminismo es una gran lacra en este país", tras lo que fue aplaudido por casi todos los asambleístas. No por algunas de las mujeres presentes.

El beso de Rubiales

Después explicó la secuencia: "Fue un beso espontáneo, mutuo, eufórico y consentido. Fue consentido. Ella me levantó, que casi nos caemos, y al dejarme en el suelo, le dije, olvídate del penalti. ella me respondió 'eres un crack'. Le dije: 'Un piquito'. Y ella me dijo 'vale'. Se fue riendo. Todo el mundo lo entendió".

Para Rubiales, "de la anécdota y el no pasa nada, se pasa a todas estas presiones, al silencio de la jugadora, y a un comunicado que yo no entiendo. Aquí no se está tratando de hacer justifica, eso es falso, se está tratando de ejecutar un asesinato social; a mí, se me está tratando de matar. Como españoles tenemos que hacer una reflexión hacia dónde vamos". En ningún momento Rubiales se ha disculpado con Jenni Hermoso.

El presidente de la Federación arremetió contra los miembros de Podemos y Sumar pablo Echenique, Irene Montero, Ione Belarra y Yolanda Díaz, a los acusó de señalar que su beso era un acto de violencia. "Se han referido a esta acción con las palabras 'vejar', 'violencia sexual', 'sin consentimiento'... Repito parte de la clave: 'sin consentimiento' y 'agredir'. Por Dios, ¿qué pensarán las mujeres de verdad que han sido agredidas sexualmente? ¿Qué pensará una mujer a la que de verdad se le ha obligado y se le ha agredido sexualmente?", respondió Rubiales ante las críticas de estos políticos, a los que llevará a los tribunales.

Rubiales concluyó su intervención anunciando una renovación de contrato a Vilda. Por cuatro años, a razón de 500.000 euros al año.