Aunque recientemente las capitanas de la selección española de fútbol femenino desmintieron que habían pedido la 'cabeza' del seleccionador Jorge Vilda, el tiempo ha acabado demostrando que esa filtración era cierta. Y al no haber logrado su propósito, quince jugadoras de la selección femenina (entre las que no se encuentra ninguna jugadora del Real Madrid, ni Aliexia Putellas y Jennifer Hermoso) han enviado un correo electrónico con el mismo texto a la Federación asegurando que no volverán a acudir a las llamadas del equipo nacional "mientras que no se revierta" la situación actual.
El grupo de las amotinadas, con seis representantes del Barça, buscan emular al núcleo duro del equipo azulgrana, que forzó el despido de Lluís Cortés en 2021 pese a que venía de ganar el triplete, o de las internacionales españolas que forzaron el adiós del seleccionador Quereda en 1988. Ainhoa Vicente Moraza, Patri Guijarro, Leila Ouahabi, Lucía García, Mapi León, Ona Batlle, Laia Aleixandri, Claudia Pina, Aitana Bonmatí, Andrea Pereira, Mariona Caldentey, Sandra Paños, Lola Gallardo, Nerea Eizaguirre, Amaiur Sarriegi son las firmantes según el diario Marca.
La Federación ya ha contestado con un contundente comunicado en el que apunta a que las firmantes "únicamente regresarán en un futuro a la disciplina de la selección si asumen su error y piden perdón"
La Real Federación Española de Fútbol comunica que, a lo largo del día de hoy, ha recibido 15 correos electrónicos de 15 jugadoras de la selección absoluta femenina de fútbol, casualmente todos con la misma redacción, en los que manifiestan que la actual situación generada les afecta "de forma importante" en su "estado emocional" y en su "salud" y que, "mientras no se revierta", renuncian a la selección nacional de España.
"La RFEF no va a permitir que las jugadoras cuestionen la continuidad del seleccionador nacional y de su cuerpo técnico, pues tomar esas decisiones no entra dentro de sus competencias. La Federación no va a admitir ningún tipo de presión por parte de ninguna jugadora a la hora de adoptar medidas de ámbito deportivo. Este tipo de maniobras se encuentran alejadas de la ejemplaridad y fuera de los valores del fútbol y del deporte y son nocivas", comienza la respuesta federativa.
"De acuerdo con la legislación española vigente, no acudir a una llamada de la selección es calificado como una infracción muy grave y puede acarrear sanciones de entre dos y cinco años de inhabilitación. La RFEF, al contrario de la forma de actuar de estas jugadoras, quiere dejar claro que no las llevará a este extremo ni las presionará. Directamente, no convocará a las futbolistas que no desean vestir la camiseta de España. La Federación contará únicamente con futbolistas comprometidas aunque tenga que jugar con juveniles", continúa el comunicado.
"Este hecho ha pasado a ser de una cuestión deportiva a una cuestión de dignidad. La selección es innegociable. Es una situación sin precedentes en la historia del fútbol, tanto masculino como femenino, en el ámbito español y mundial", afirma.
"El presente y el futuro de España está en el potencial de las categorías inferiores y de jugadoras que este mismo verano se han proclamado campeonas del mundo sub-20 y campeonas de Europa sub-19, además de obtener el subcampeonato de Europa sub-17 juvenil", recuerda la RFEF, que asegura que "la selección necesita jugadoras comprometidas con el proyecto, con la defensa de nuestros colores y orgullosas de vestir la camiseta de España".