El Barcelona ha conquistado su vigésimo séptimo título liguero poniendo fin a una sequía de tres años, ya que el Real Madrid se adjudicó las Ligas de 2020 y 2022 y el Atlético ganó la de 2021. Son varios los nombres propios que destacan en el campeón. Joan Laporta, son sus palancas, Araújo como baluarte defensivo, Pedri y Gavi, por su explosión como centrocampistas de talla mundial o Lewandowski, en estos momentos Pichichi en su primera temporada de azulgrana son algunos de ellos. Pero si hay que elegir un nombre como principal protagonista, ése sería el de Xavi Hernández, un técnico que llegó como salvavidas en noviembre de 2021 y que se ha convertido en la cara más visible del renacer azulgrana
El de Terrassa firmó como nuevo entrenador del Barça hasta 2024, después de una corta carrera como entrenador que se había limitado a Catar. Sus primeros resultados no fueron buenos, porque el Barcelona perdió 2-3 ante el Real Madrid en la Supercopa de España en un partido en el que pese a todo, Laporta celebró lo bien que había competido el Barça plantando cara al eterno rival. Y días después, el cuadro catalán dijo adiós a la Copa del Rey a manos del Athletic. En la Champions, además, el Barcelona no pasó de la fase de grupos y en la Europa League fue eliminado en cuartos por el Eintracht de Frankfurt.
Pero en el torneo de Liga la progresión del Barcelona fue espectacular y el equipo azulgrana, que era noveno cuando Xavi aterrizó en El Prat, finalizó segundo de la clasificación.
En la segunda temporada de Xavi se ha repetido el fracaso europeo con la eliminación de nuevo en la fase de grupos de la Champions, pero en enero el Barcelona se coronó campeón de la Supercopa de España. Y lo hizo venciendo y convenciendo frente al Real Madrid (3-1) avisando de que su recuperación continuaba con buen paso.
En la Copa se ha quedado a las puertas de la final después de ganar en el Bernabéu en la ida de las semifinales (0-1) pero ser goleado en la vuelta del Camp Nou (0-4), y ha sido en la Liga en la competición en la que el Barça ha ofrecido su mejor versión.
Una versión que no siempre ha sido del gusto de su entrenador, quien cuando hace un año el Real Madrid se clasificó para las semifinales de la Champions aseguró que el Barça lo tiene más difícil que el conjunto madridista porque en la Ciudad Condal se exige “ganar jugando bien”. “A nosotros nos exige la historia del Barça, no el Madrid. Nuestra historia desde hace 40 años, que vino Johan, puso un listón: ganar jugando bien. Si no, no estamos contentos. Así somos los catalanes. No sé cómo será en Madrid. No he vivido allí ni conozco su idiosincrasia", señaló.
Xavi se vuelve pragmático
Ganar pero “jugando bien”. Un mantra que ha repetido una y otra vez y sobre el que volvió en el pasado mes de octubre en vísperas de jugar en el Bernabéu. "El objetivo es ganar jugando bien, no firmo ganar como sea", declaró sobre el partido que iba a disputar su equipo en Chamartín. No lo consiguió, porque el Barcelona, que había arrancado la temporada con siete victorias y un empate en las ocho primeras jornadas, fue derrotado 3-1.
Un partido que llevó al egarense a una histórica estadística negativa. Porque con 11 derrotas, 11 empates y 28 derrotas se convirtió en el técnico con peores estadísticas con 50 partidos en el banquillo azulgrana de los últimos ocho entrenadores del Barça.
Pero Laporta insistió en su confianza en Xavi, la afición barcelonista entendió que el proceso de reconstrucción estaba en marcha y paso a paso el de Terrassa fue dando forma al nuevo Barça. Y desde entonces, el conjunto catalán sólo ha cosechado dos derrotas más en Liga. Dos en las siguientes veinticinco jornadas.
Eso sí, lo ha conseguido renunciando en ocasiones a la posesión, a la que él alude como la clave principal para manejar los partidos y que él estima que debe estar “entre el 60 y el 80 por ciento del tiempo para poder generar cosas”. Pero apelando al pragmatismo y en ocasiones renunciando a esa posesión del balón (en la ida de la semifinal copera en el Bernabéu se limitó al 35%), el Barça ha rozado la excelencia defensiva, con sólo once goles encajados en las 33 jornadas precedentes a la que le coronó como campeón este domingo. Y ganando por la mínima (1-0 o 0-1) en 11 de esas 33 jornadas, es decir, uno de cada tres partidos ligueros.
Excelencia defensiva en el Camp Nou
Ese rigor defensivo bate récords en el Camp Nou, donde hasta el momento el Barcelona únicamente ha encajado 2 goles en 17 partidos. Únicamente el Espanyol (1-1) y el Real Madrid (2-1) han sido capaces hasta el momento de marcar en Liga en el campo barcelonista, donde además de los periquitos han puntuado también el Rayo (en la primera jornada) y el Girona, ambos empatando a cero.
Una excelencia de la zaga que ha destacado sobre otras virtudes destacables en el alirón azulgrana, como la habilidad de Laporta de colmar de fichajes a Xavi salvando las normativas de fair play financiero, los nuevos talentos emergentes y el rendimiento de algunas incorporaciones. Un título que devuelve la ilusión a la afición culé en la ‘era post Messi’ y que devuelve al Barça al centro del fútbol, por el momento nacional, cuando parecía que su travesía por el desierto iba a ser más larga.