El defensa del Valencia Gabriel Paulista, sancionado con dos partidos de suspensión. se disculpó este viernes "de corazón" por la patada al delantero del Real Madrid Vinicius Júnior que provocó su expulsión en el duelo ante los blancos de este jueves, asegurando que no controló "los nervios" y que "nunca" fue su intención "hacer daño" al jugador brasileño.
"Acepto la crítica y la tarjeta roja, no estoy orgulloso. Soy un jugador contundente, pero noble", comenzó su mensaje en su perfil de la red social Instagram el defensor del club valencianista. Paulista fue expulsado a 20 minutos del final por una fuerte patada a Vinicius, cuando el equipo 'ché' ya perdía 2-0.
El jugador insistió en sus disculpas en que respeta a Vinicius. "No fue nunca mi intención hacerle daño. Estamos sufriendo mucho en este gran club, viviendo una situación muy difícil y los sentimientos están a flor de piel. A veces resulta difícil controlar los nervios. No los controlé y pido disculpas de corazón", reconoció.
"Lo siento afición. Vamos a seguir peleando hasta el final por revertir esta situación. Que nadie dude de nosotros", concluyó el mensaje del futbolista del Valencia. El club marcha decimocuarto con 20 puntos, solo uno por encima del descenso, tras la primera vuelta de la competición.
Dos partidos a Gabriel Paulista y otros dos a William Carvalho
El defensa del Valencia deberá cumplir dos partidos de sanción, la misma penalización que ha recibido el centrocampista del Real Betis William Carvalho por "menosprecio o desconsideración" hacia los árbitros, ha dictado este viernes el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
El central hispano-brasileño fue expulsado a 20 minutos del final del duelo de los valencianistas en el Santiago Bernabéu (2-0) por una violenta patada a Vinícius. Por su parte, Carvalho fue sancionado con dos partidos por una actitud "de menosprecio o desconsideración hacia los árbitros" tras el duelo de los verdiblancos ante el FC Barcelona en el Benito Villamarín (1-2). El portugués se acercó al final del partido al colegiado vasco Ricardo de Burgos Bengoetxea, le dijo "¡Una vergüenza, una vergüenza! ¡Malísimo!" y vio la roja directa.