Badosa-Muguruza, duelo fratricida en semifinales del 'torneo de maestras'
Paula Badosa y Garbiñe Muguruza se enfrentan esta noche en una de las semifinales de las Finales WTA que se están disputando en Guadalajara (México), una cita que garantizará una finalista española 28 años después. La vencedora emulará a Arantxa Sánchez Vicario, la última que consiguió disputar la final, en la que fue subcampeona en 1993.
La catalana nacida en Nueva York, que ha ido a más en un año en el que recientemente conquistó el Masters 1.000 de Indian Wells, llega como favorita. Pese a ello, Badosa no pudo firmar el pleno de victorias en el 'round robin' de su grupo de las Finales WTA al perder ayer ante la polaca Iga Swiatek por 7-5, 6-4, en un duelo en el que se dejó llevar pensando más en las semifinales ante Muguruza.
La jugadora catalana afrontaba su último encuentro en el Grupo Chichen Itza con sus deberes hechos ya que se había metido en las semifinales como primera y optó por no forzar demasiado ante la de Cracovia, sabedora también que esta estaba eliminada por lo que no perjudicaba a ninguna otra componente.
La campeona en Indian Wells no pudo celebrar su 24 cumpleaños con una victoria, aunque tampoco buscó con excesivo ahínco hacerlo, todo lo contrario que su rival, algo más motivada por firmar una despedida con una sonrisa.
Pese a ello, Badosa desperdició sus opciones en las dos mangas, en los que llegó a mandar con 'break' de ventaja. En el primero quebró pronto, pero Swiatek la recuperó en el siguiente juego y luego fue ella la que mejores oportunidades tuvo con dos bolas de set con 5-4. No las aprovechó, pero sí las siguientes cuando la española buscaba la 'muerte súbita'.
En el segundo parcial se repitió el guión. La diez del mundo rompió pronto el saque de la polaca y esta vez consiguió aguantar su ventaja un poco más, pero con 4-2 a su favor sólo hizo cinco puntos y el triunfo fue para su rival.
Muguruza, por su parte, ha ido de menos a más en Guadalajara. Aunque cayó en la primera jornada frente a la checa Pliskova y se quedó sin margen de error, no falló en sus dos siguientes citas frente a Swiaterk y Krejcikova y se ha metido entre las cuatro mejores.