La parada de los monstruos de la moda de 'Sálvame'
María Patiño enseña la teta y gana la tercera edición de la Fashion Week en la que Chelo García Cortés sufre una aparatosa caída y es sustituida por el Maestro Joao
Nadie como Jorge Javier Vázquez para capitanear la noche más surrealista de la semana. El presentador, omnipresente en la parrilla de Telecinco, está tan pagado de sí mismo que provoca nauseas. Sin embargo, sin él, la Sálvame Fashion Week probablemente no hubiera sido lo mismo. Maestro de ceremonias, metido en la piel de Tod Browning en La parada de los monstruos, el de Badalona se afanó en conducir un sarao friki disfrazado de fiesta de la moda cuyo arranque fue brutal en su esencia y en su presencia.
“La moda lo es todo, es lo que enseñas, es lo que escondes, es lo que piensas. La primera impresión es la que cuenta y la primera impresión es moda.
Y de eso va esta noche, de libertad, de alegría, de olvidar lo malo. Esta noche vamos a gustarnos, esta noche vamos a querernos, esta noche vamos a olvidarnos de todo. Esta noche desnúdate, porque nosotros te vestimos”.
Jorge Javier inauguró la pasarela luciendo palmito pasado por cirugía, en calzoncillos y calcetines. Modelo anti-lujuria total, por lo menos para una mujer heterosexual como la que suscribe. No hay bajonazo mayor que un hombre desnudo o semidesnudo con calcetines. El presentador atravesó la pasarela y, obedeciendo a la declaración de intenciones del programa, se dejó vestir por los bailarines. Una vez embutido en una chaqueta de flores cuyas costuras andaban reventonas, J.J. presentó a la colección de modelos que lucirían los diseños de la noche.
Arranca la ‘Sálvame Fashion Week’ con Jorge Javier vistiéndose #SLVMFashionWeek pic.twitter.com/YtuOKu23dI
— GOSSIP BOY (@JuanjoCotilla) May 25, 2022
En ese momento saltó el fashion-drama. En plena coreografía, Chelo García Cortés dio un traspié, cayó al suelo y, a pesar del dolor, se levantó toda digna y continuó con el numerito. Fue una caída tan tonta como la de Belén Esteban, un trompazo que obligó a la periodista a pasar por el hospital para conocer el alcance de la lesión. Con el diagnóstico en la mano, Jorge Javier anunció en directo que Chelo García Cortés se había roto el radio. “¿Eso qué es?”, preguntó Carmen Lomana que presidía el jurado de la noche acompañada por diseñador Eduardo Navarrete y la activista Samanta Hudson.
Andrei es un icono. Él no lo sabía, pero ha llegado a su sitio. Vamos a tener bebebé este verano hasta en la sopa. Qué crack.
📹 @JuanjoCotilla #Eurovision #SalvameFashionWeek pic.twitter.com/Ziox9ftRMX
— Luis Mesa ۞ (@luismesacabello) May 25, 2022
Pase lo que pase, el espectáculo debe continuar y desde el front row en el que había sentado “un maricón de cada casa”, como puntualizó Navarrete, el Maestro Joao se postuló para sustituir a Chelo “por edad, talla y feminidad”. Dicho y hecho, el vidente lució durante toda la noche los diseños que debería haber defendido Chelo que, por cierto, fueron los mejores (incluso la imitación del Caprile de Letizia).
Los tertulianos de Sálvame se enfundaron en diseños de creadores consagrados como Ágatha Ruiz de la Prada (que incluyó un homenaje al programa y un sentido tributo a Mila Ximénez con su colección Mila Mola), Francis Montesinos, Joaquim Verdú y Lucas Balboa. También lucieron prendas de Lucas Balboa, García Madrid, María Lafuente, Duarte, Etxebarrieta, Reparto, Galarreta y Carmela Rosso.
Como diría Chanel, “y no se confundan, señora y señore” lo de anoche no iba de moda, no, aunque lo pareciera. Lo de anoche iba de diversión, de hedonismo y de audiencia. La parada de los monstruos de Sálvame sedujo a 1.8 millones de espectadores en su tercera edición, la primera emitida en prime time. La cita lideró el global de su franja y otorgó a Telecinco el control del miércoles. Prueba superada.
Entretenimiento en estado puro
Si algo saben hacer desde La fábrica de la tele es entretener. Lo de anoche fue telebasura en estado puro, pero telebasura que engancha. ¿Se acuerdan de Crónicas marcianas? El programa que todo el mundo criticaba y todo el mundo veía. Pues la Sálvame Fashion Week fue algo parecido. Una amalgama de vergüenza ajena, ridículo y persuasión. Imposible dejar de verla. Lo de anoche fue un programa para disfrutar en comunidad, para sacar la lengua viperina y comentar un ridículo detrás de otro (calificativos que por respeto no se pueden inmortalizar negro sobre blanco).
Aunque Jorge Javier se emperrara en venderlo como algo transgresor, moderno y disruptivo, el programa no dejó de ser una caricatura, una mala evocación de los años 80 y del cisma que supuso la Movida en este país. Más que nada porque bajo aquella revolución underground rezumaba la cultura por todos sus poros. Lo de anoche fue una mala imitación de aspirantes a modernos sin nada nuevo que añadir. ¿Qué pensarían de todo esto Paco Clavel y Agatha? Los únicos que la vivieron en carne propia.
El desfile más surrealista de la velada fue el de José Perea. El diseñador replicó como pudo modelos históricos, entre los que destacaron el vestido de novia de Lady Di (inenarrable Terelu metida en esa horrorosa tarta de nata y con una cola de 14 metros), el Chanel rosa que llevaba Jackie Kennedy cuando asesinaron a Kennedy (que lució sin sal Lydia Lozano), el vestido que le costó el noviazgo a Eva Sannum (¡Qué poco sentido del ridículo tuvo la Borrego anoche!), el traje de carne de Lady Gaga o el Versace verde que Jennifer López lució en los Grammy del 2000, diseño con el que María Patiño se marcó un Sabrina en Nochevieja. A la Patiño se les escapó una teta que la moviola revisó bajo los acordes de Rigoberta Bandini. El caso es que la gallega se alzó con el premio de la noche a la mejor modelo del desfile y Antonio Montero se tuvo que conformar con el peor. Estaba cantado, porque con el modelo de Miguel Bosé más que el Amante bandido, Montero parecía la icónica botella de Tío Pepe de la Puerta del Sol.
ver a maría patiño con un outfit inspirado en Jlo, desfilando con vogue de madonna mientras una teta se le escapa era algo q nunca he llegado a imaginar que vería pic.twitter.com/u0rTW03YG8
— esperando el segundo volumen de st (@alejoibzz) May 26, 2022
La fiesta terminó con el debut de Ana María Aldón como modista. De nuevo, “no se confundan, señora y señore”. La oportunidad de oro le llegó a la mujer de Ortega Cano para provocar un encuentro entre Rociíto y el viudo de su madre. Se trataba de alimentar el morbo y darle otro empujoncito a la audiencia, pero les salió el tiro por la culata. El torero entró en plató justo cuando Rociíto estaba en el backstage preparándose para defender un modelo de Agatha y se esfumó en cuanto la niña regresó. La verdad es que el numerito sobraba. El público llevaba pegado a la pantalla desde el minuto uno del programa. El torero, con una máscara de cera y unas gafas robadas a Feliciano, felicitó a su mujer al terminar el desfile de Opium (así bautizó Aldón a su primera colección), le entregó desganado un ramo de rosas y punto. No hubo foto.
De los ocho diseños mejor ni hablamos, basta la definición que hizo Samanta Hudson. “Mi favorito es el de Lydia Lozano, porque es como si el cannabis fuera una madrina de boda”. Nada más que añadir. Bueno sí. Recordando a Coco Chanel: “Mantén la cabeza, los tacones y los principios altos”.