Las historias que nos cuentan nuestros abuelos, acerca de la época en la que vivieron, sin duda alguna son alucinantes, por lo que vale la pena prestarles atención cuando las cuentan. Sin embargo, no siempre tenemos la disponibilidad para oír dichos relatos, por lo que hay que recurrir a otras opciones como los libros, los cuales tienen información que realmente vale la pena.
La literatura puede ayudarnos a aprender acerca de aquello que nuestros abuelos no nos cuentan, ya sea porque les falla la memoria o simplemente porque no lo consideran relevante. Son muchos los temas interesantes que se desarrollaron durante las épocas pasadas, por lo que es indispensable para cualquier persona que tenga interés en la historia, el adquirir buenas obras.
Este tipo de arte, valorado por muchas personas pero descuidado por otras, ha influenciado a la sociedad de una forma bastante positiva, desde que se inició, ya que hay varios problemas que han sucedido a lo largo de la historia, que han sido evidenciados en los libros, y con otros esfuerzos añadidos han sido mejorados con el paso del tiempo.
En esta oportunidad, podrás informarte con respecto a esto, ya que te brindaremos muchos datos, mediante un listado que posiblemente desconocías acerca de esos libros que no puedes dejar de leer si lo que quieres es saber cómo era el mundo hace varios años, cuando aún no habías nacido o cuando no tenías la edad suficiente para comprender muchas cosas.
Estos son los libros indispensables para cualquier amante de la historia
Aunque hay muchas áreas que son exploradas en la literatura, para muchas personas, la historia es lo más importante, y si tú formas parte de dicho gremio, que comparte esa opinión, lo mejor que puedes hacer es continuar ojeando este artículo, en el que conocerás los mejores libros para saber cómo era la vida mucho antes de la era digital que vivimos actualmente.
A continuación, te compartimos acerca de dos obras literarias, que se centran en un problema que era bastante común en los siglos pasados, y que a inicios del siglo XXI todavía quedaban ciertas consecuencias de ello. Dicho tema tiene que ver con la desigualdad que existía entre mujeres y hombres, ya que los últimos nombrados tenían muchos más derechos en cuanto a su desarrollo.
- “Una mujer, Un Voto”, de Alicia Palmer y Montse Mazorriaga
Esta novela gráfica es excelente para entender cómo era la lucha de las mujeres hace varias décadas, ya que en él se explica la denigración que había en muchos ámbitos en cuanto a las actividades que podían realizar las mujeres, entre ellas el voto, que no podían ejercer. Este derecho es exigido hasta que se consigue, como una muestra de verdadera igualdad en un ámbito tan importante.
Además de contener información tan importante, que debe atesorarse en la mente de cualquier persona que considere que la igualdad es un valor fundamental, las ilustraciones con las que cuenta esta novela facilitan aún más el entendimiento para los lectores, ya que hace que el aprendizaje sea mucho más dinámico, a través de la observación de este recurso.
Clara Campoamor es quien lidera esta lucha, convenciendo al congreso de que era indispensable que las mujeres ejercieran el sufragio, ya que tenían la misma capacidad que los hombres de razonar acerca de lo que era mejor para el país, considerando los asuntos políticos que se estaban suscitando para aquella época. Hoy en día, Campoamor es recordada como una gran luchadora española.
- “La cita y otros cuentos de Terror”, de Emilia Pardo Bazán
Este es otro de esos libros que resaltan las capacidades intelectuales que tiene una mujer, ya que describe los pensamientos de la autora, que no era muy bien vista por sus colegas hombres en su época, aunque su increíble talento como novelista testificara que podía escribir materiales que realmente merecen la pena apreciar, sin ningún tipo de prejuicio.
Las historias de terror que son ilustradas en esta novela se pueden interpretar como una fuerte crítica al machismo, que era bastante evidenciado en el siglo pasado, época en la que vivió esta autora, que hoy en día se considera como un estandarte del feminismo, aunque haya vivido durante una época en la que dicho movimiento no se haya formalizado tanto.
Uno de los aspectos de esta obra que más han llamado la atención a lectores de todo el mundo, es la forma despectiva en la que los hombres se referían a las mujeres que se esforzaban por ser académicas, tratando de desmoralizarlas con palabras destructivas, alegando que no tenía sentido que intentaran realizar una hazaña que se consideraba que sólo era para el género masculino.
Tanto esta como otras obras de esta autora, han servido de inspiración a muchas mujeres a formarse intelectualmente, considerando que tienen grandes capacidades y que éstas deben ser aprovechadas para desempeñarse en cualquier área en la que deseen.