La Cañada Real, que situada a escasos kilómetros de Madrid es uno de los mayores asentamientos chabolistas de Europa, va a estar presente este viernes en el Festival de Cannes, gracias al cortometraje Aunque es de noche, del realizador Guillermo García López, que aspira a una Palma de Oro.
Esta pequeña historia de amistad en un entorno difícil -que, no obstante, retrata de manera muy sutil los problemas de la Cañada, como los cortes de suministro de luz desde 2020-, aspira junto a otros diez cortometrajes al preciado galardón del festival, hermano pequeño de la Palma de Oro de largometrajes.
"La película nace de una relación profunda que yo tengo con el sector 6 de la Cañada. Hace varios años lo conocí y comencé a hacer unos talleres con chavales, con niños y adolescentes", explicó a EFE García López, originario de Madrid, en vísperas de la sesión de estreno de los cortometrajes en competición oficial.
Este joven cineasta, que participa por primera vez con película propia en la prestigiosa cita de la Costa Azul francesa, asegura que, desde el primer momento, la gente de la Cañada "lo conmovió profundamente, por la luz y la energía que hay allí, pese a que vivan en las sombras".
"Sales de Madrid, coges el coche y en 10-15 minutos estás allí. Y parece que te has trasladado a otro lugar del mundo, incluso a otro tiempo", comentó.
Pese a ser un tema muy politizado, el cineasta madrileño prefirió que el peso de la mirada de Aunque es de noche recayera sobre los personajes y sus emociones, esas que "todos tenemos y que todos sentimos", pero que él no ha visto "en las imágenes y en los relatos" que había conocido sobre la Cañada Real.
"Siempre se asocia con este espacio la delincuencia y criminalidad para justificar, digamos, las condiciones de vida a las que se les está siendo obligados a tener, la falta casi de suministro eléctrico que es una necesidad básica... Y luego ves en las noticias unos casos de corrupción a unos niveles que son alucinantes", reflexionó.
Respecto a la situación del asentamiento a día de hoy, García López afirma que las cosas "están igual o peor", con una "situación de desahucios" y realojamientos que define como "caótica".
El cortometraje, en una duración de 15 minutos, cuenta la historia de Toni, un niño de 13 años, y de su mejor amigo, Nasser, cuya familia ha decidido dejar la Cañada para probar suerte en Francia.
Para rodarla, García López contó con gente del propio barrio, incluidos los actores, que se quedaron "felices" y en "shock" cuando recibieron la noticia de que lo que habían grabado juntos se proyectaría en el prestigioso Festival de Cannes.
"Queríamos encontrar el registro de autenticidad y las rarezas de estos personajes", indicó el realizador, que buscaba imágenes que desafiasen lo que ya se había visto sobre la Cañada Real. Así, el corto combina, por ejemplo, el registro clásico desde la cuarta pared con imágenes grabadas por los protagonistas con sus propios móviles.
"Lo que he notado allí es que las imágenes que ellos ven de ellos mismos, que muchas veces son distintas a su propia realidad, acaban creyéndoselas y acaban por querer representarlas", lamentó el director.
De cara al futuro, García López prepara ya un largometraje ambientado también en el sector 6 de la Cañada.