CINE

Las injusticias más sonadas de los Oscar

'CODA’, ‘Crash’, ‘Shakespeare in love’ o ‘Rocky' son algunas de las películas que inmerecidamente se han encumbrado como mejor película a lo largo de la historia de los Oscar en detrimento de otras de calidad superior que fueron injustamente ninguneadas

'Shakespeare in Love', una de las ganadoras más injustas de la historia de los Oscar.

MIRAMAX'Shakespeare in Love', una de las ganadoras más injustas de la historia de los Oscar.

Los Oscar son impredecibles y, en ocasiones, suelen deparar grandes sorpresas. Aunque también flagrantes injusticias. Los 95 años del ‘tío Oscar’ dan para mucho. Desde títulos icónicos del cine que se coronaron merecidamente con el galardón a la mejor película, a otros que lograron una victoria que constituyó toda una aberración, resultando incomprensible para muchos cinéfilos y expertos en el séptimo arte.

Estos son algunas de las injusticias más sonadas de películas que saborearon las mieles del éxito con una calidad tremendamente inferior a la de sus rivales y que desataron la ira de muchos aficionados al cine.

‘CODA’ vs. ‘El poder del perro’ (2022)

Uno de los ejemplos más anómalos tuvo lugar sin ir más lejos el año pasado. CODA: los sonidos del silencio se coronó contra pronóstico como mejor película en una edición en la que habían candidatas de la talla de Belfast (Kenneth Branagh), Dune (Denis Villeneuve), el ‘remake’ de West Side Story (Steven Spielberg) y, sobre todo, El poder del perro (Jane Campion).

El atípico western sobre la masculinidad tóxica dirigido por Campion era la gran favorita con doce nominaciones, pero los académicos ignoraron su calidad y premiaron a CODA en una controvertida decisión que irritó a más de uno. Y es que los Oscar son muy dados a premiar ‘feelgood movies’, como es el caso de esta amable y bienintencionada película, sin más, que tampoco era una propuesta muy original, ya que era un ‘remake’ de una película francesa, La familia Belier.

Todo el equipo de 'CODA' tras alzarse con tres Oscar en 2022.

Todo el equipo de 'CODA' tras alzarse con tres Oscar en 2022. EFE

‘Crash’ vs. ‘Brokeback Mountain’ (2005)

Otro ejemplo de drama bienintencionado que dio la campanada fue Crash. La película de Paul Haggis se impuso sorprendentemente a Munich, Capote, Buenas noches y buena suerte y Brokeback Mountain. Esta última debió ser la justa ganadora, pero incomprensiblemente se quedó sin la preciada estatuilla. La cara de Jack Nicholson al anunciar el premio lo decía todo. Alucinó tanto como los espectadores de aquella ceremonia.

Brokeback Mountain era aquel año la gran favorita y una película de mucho más calidad que la ganadora Crash. Sin embargo, su temática LGBTI pudo restarle opciones entre los conservadores miembros de la Academia de Hollywood, poco dados a arriesgar con obras más transgresoras y alejadas de la heteronormatividad. Aquella injusta decisión desató un aluvión de críticas contra los Oscar por desperdiciar una oportunidad pintiparada para romper una lanza en favor de los derechos del colectivo, premiando con el máximo galardón al drama sobre vaqueros homosexuales y uno de los pocos títulos de temática gay que había optado al Oscar a lo largo de la historia de los premios.

Fotograma de 'Brokeback Mountain'.

Fotograma de 'Brokeback Mountain'. Focus Features

Hasta Paul Haggis, el director de Crash, llegó a asegurar tiempo después de encumbrarse en los Oscar que nunca habría votado a su película como la mejor del año y que no se lo merecía en absoluto.

'¡Qué verde era mi valle!’ vs. ‘Ciudadano Kane’ (1942)

Incluso la considerada por muchos expertos como la mejor película de la historia del cine pasó sin pena ni gloria por los Oscar. Ciudadano Kane, la obra maestra de Orson Welles, se tuvo que conformar con un solo galardón de los nueve a los que optaba, el de mejor guion original. Su devastadora crítica a los Mass Media estadounidenses y, concretamente al gran magnate de la prensa William Hearst, jugó claramente en su contra.

La Academia prefirió mirar a otro lado y premiar a ¡Qué verde era mi valle!. La película dirigida por John Ford fue la gran triunfadora con seis Oscar y ganó, probablemente, porque era mucho más conservadora y no soliviantaba a nadie. Se trata de una de las injusticias más célebres de unos premios que se atrevieron a ningunear la ópera prima de Welles, una película revolucionaria que marcó un antes y un después en la historia del séptimo arte.

Fotograma de 'Ciudadano Kane'.

Fotograma de 'Ciudadano Kane'. RKO

‘La vuelta al mundo en 80 días’ vs. ‘Gigante’ (1957)

La edición número 29 de los Oscar tenía dos aspirantes de nivel: Gigante y Los diez mandamientos. Sin embargo, sus diez y siete nominaciones, respectivamente, quedaron en agua de borrajas. Solo la primera conquistó un premio, el de mejor director para George Stevens. Fueron las dos grandes derrotadas ante la inesperada victoria de La vuelta al mundo en 80 días.

La película basada en la novela de Julio Verne y protagonizada por David Niven y Cantinflas, muy inferior a sus contrincantes, se alzó con cinco Oscar, entre ellos el de mejor película. Una victoria más que cuestionable para muchos. La prueba de que se puede comprar un Oscar a golpe de talón, con casi 50 estrellas de Hollywood haciendo cameos y un presupuesto desorbitado, gracias al todopoderoso productor Michael Todd y que inmerecidamente dio sus frutos.

David Niven y Cantinflas en una escena de 'La vuelta al mundo en 80 días'.

David Niven y Cantinflas en una escena de 'La vuelta al mundo en 80 días'. WARNER

‘Rocky’ vs. ‘Taxi Driver’ (1977)

Otro de los sacrilegios más célebres de los Oscar tuvo lugar en su 49ª edición. Sylvester Stallone tocó la gloria con Rocky y una película sobre un boxeador que se prepara para la pelea de su vida. Arrasó con cinco premios, fue todo un éxito comercial y, su paso, dejó en la estocada a una película mucho mejor como Taxi Driver.

De poco le sirvió a Martin Scorsese comparecer a los Oscar con el aval de la Palma de Oro de Cannes y realizar una de las mejores películas de la década de los 70. El resultado: se fue con las manos vacías. Su pesimista y cruda visión sobre el sueño americano debió alborotar a los casi siempre conservadores y recatados miembros de la Academia. Demasiado sórdida, demasiado impactante para ellos.

Robert de Niro y Martin Scorsese, en una escena de 'Taxi Driver'.

Robert de Niro y Martin Scorsese, en una escena de 'Taxi Driver'. UNIVERSAL

Tampoco pudo evitar la victoria de Rocky otra de las películas candidatas, la excepcional Todos los hombres del presidente, de Alan J. Pakula. sobre la investigación periodística del escándalo Watergate.

‘Bailando con lobos’ vs. ‘Uno de los nuestros’ (1991)

Una vez más Martin Scorsese se quedó sin coronarse en los Oscar. Uno de los nuestros, probablemente la cima cinematográfica del cineasta y una de las mejores películas de la historia, casi se queda en blanco de no ser por el premio logrado por Joe Pesci en la categoría de mejor actor de reparto. Todo apuntaba a una victoria rotunda del bueno de ‘Marty’, pero no fue así y tuvo que esperar hasta 2007 para triunfar, por fin, en los premios gracias a una película inferior en su filmografía, Infiltrados.

La magistral lección de cine de Scorsese no fue suficiente para que los académicos le premiaran. Debieron sentir vértigo ante la ambigüedad moral de Uno de los nuestros. Así se gestó finalmente la victoria de Bailando con lobos, un western dirigido por Kevin Costner tan correcto como insípido. Se llevó siete estatuillas.

Kevin Costner se alzó con los Oscar a la mejor película y mejor dirección en 1991 por 'Bailando con lobos'.

Kevin Costner se alzó con los Oscar a la mejor película y mejor dirección en 1991 por 'Bailando con lobos'.

‘Shakespeare in Love’ vs. ‘Salvar al soldado Ryan’ (1999)

Probablemente sea el ejemplo más sangrante de la historia de los Oscar. Shakespeare in Love arrasó en 1999 con siete galardones, entre ellos el de mejor película, por un insulso pasatiempos que deshonra la memoria del célebre escritor de Romeo y Julieta. Muchos aficionados al cine se siguen preguntando qué vieron los académicos en la película protagonizada por Gwyneth Paltrow y Joseph Fiennes. Y la respuesta podría esconderse en su productor, el otrora todopoderoso magnate de la industria y condenado a prisión por varios delitos de agresión sexual, Harvey Weinstein, quien no dudaba en denostar a sus rivales en favor de sus películas.

Shakespeare in Love le arrebató injustamente la victoria a Salvar al soldado Ryan. La película de Steven Spielberg es una de las mejores película de los años 90 y está entre las tres o cuatro mejores filmes bélicos jamás rodados. Todo un despliegue técnico y narrativo que, sin embargo, fue ninguneado como la mejor película del año a pesar de lograr cinco Oscar. Otras dos nominadas de aquel año, La delgada línea roja, de Terrence Malick, o La vida es bella, de Roberto Benigni, hubieran sido unas ganadoras mucho más dignas que Shakespeare in Love.

'Salvar al soldado Ryan' debió ser la ganadora de 1999.

'Salvar al soldado Ryan' debió ser la ganadora de 1999. PARAMOUNT

‘Chicago’ vs. ‘El pianista’ (2003)

Roman Polanski se las prometía muy felices en 2003 con una de sus mejores películas hasta la fecha, la espléndida El pianista. Una obra en la que el polémico director ambientaba con un realismo desgarrador el guetto de Varsovia ante la barbarie nazi y la supervivencia de los judíos. Y lo hacía sin caer en sentimentalismos ni efectismos.

La gala de aquel año iba sobre ruedas para Polanski tras alzarse con los Oscar al mejor actor (Adrien Brody), mejor guion adaptado y director. Sin embargo, en el momento culminante de la noche, cuando se desveló el nombre a la mejor película su suerte cambió. Chicago, un aparatoso musical que mezcla comedia negra y drama carcelario, aguaba la fiesta al director de origen polaco al convertirse en la flamante ganadora de esa edición, ante la estupefacción de gran parte del público y del propio Polanski.

Escena de 'El pianista'.

Escena de 'El pianista'. HERITAGE

Otras injusticias célebres

El mayor espectáculo del mundo le ganó la partida de forma inmerecida a las magistrales El hombre tranquilo, de John Ford, y Solo ante el peligro, de Fred Zinnemann, en 1953. Cuesta creerlo, pero Gente corriente hizo lo propio ante Toro salvaje, de Martin Scorsese, en 1981. Nacido el 4 de julio y El club de los poetas muertos se vieron superadas por Paseando a Miss Daisy en la edición de 1990, al igual que Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola, ante Kramer contra Kramer en 1980.

La lista de injusticias sonadas en los Oscar es larga. Pero más sangrante es aun si cabe, el hecho de que obras maestras del cine como Tener y no tener (Howard Hawks), Senderos de gloria (Stanley Kubrick), Centauros del desierto (John Ford), Sed de mal (Orson Welles) o Vértigo (Alfred Hitchcock) ni siquiera lograran una sola nominación. Fueron completamente olvidadas, lo que demuestra que la Academia suele equivocarse (y mucho) a la hora de premiar la calidad de una película.

John Wayne en la escena final de 'Centauros del desierto'.

John Wayne en la escena final de 'Centauros del desierto'. WARNER BROS

Sobre el autor de esta publicación

Samuel Jiménez

Samuel Jiménez (Madrid, 1980) es redactor en Republica.com. Sus primeros contactos con el periodismo fueron en radio, aunque la mayor parte de su trayectoria profesional está ligada a la prensa digital, primero en Estrella Digital y desde hace cinco años en este diario. El cine es una de sus grandes pasiones y disfruta de esa cinefilia en cada uno de los artículos que escribe sobre el séptimo arte. Buena parte de su trabajo también lo dedica a temas sociales, tratando de que el periodismo haga reaccionar al lector frente a las injusticias.