La anticuaria Marta Micaela Fernández de Navarrete ha tardado veinte años en vender un manuscrito inédito del Nobel de Literatura José Echegaray que ha permanecido dos décadas en su casa onubense sin que nadie mostrara interés en él hasta la publicación de un artículo en la prensa.
En declaraciones a EFE, Fernández de Navarrete, que vende libros y documentos telemáticamente desde su casa en Puebla de Guzmán (Huelva), ha explicado que el original llegó a su poder porque la Librería Escalinata, que regentaban sus padres en Madrid, compró en 1978 el archivo personal de Mariano Ordóñez, un político del siglo XIX y principios del XX, y "entre los documentos que contenía estaba este manuscrito de 'Don Fernando el Llamado".
Ha explicado que el manuscrito estaba dedicado al político: "Al final pone a mi amigo Mariano Ordóñez. José Echegaray".
Siempre ha estado convencida de su autenticidad tanto por su procedencia como por la letra, que "comparándola con otros manuscritos del Nobel se confirma que es la misma letra", ha indicado, señalando además, que a raíz de un artículo aparecido en El País también se ha preguntado a expertos en Echegaray y "todos han coincidido en que es de él".
Y como tal, como auténtico, ha estado a la venta veinte años: "Lo puse por primera vez a la venta en 2004, lo llevé a un Salón del Libro Antiguo, donde estuvo expuesto para su venta varios días; y lo he sacado en catálogo y en internet en varios portales", ha dicho.
"En todo este tiempo, nadie jamás ha demostrado ni pizca de interés por él, y ahora, al salir el artículo, han sido bastantes las personas interesadas y lo he vendido, las cosas de la vida", ha precisado.
La obra contaba la historia de Fernando Salvatierra y el enamoramiento con una mujer llamada Carlota. Sin embargo, sus problemas de corazón truncan toda esperanza de relación, ya que un médico le informa que no vivirá más de sus 35 años de vida: este suceso hace que confiese todo lo que piensa a los que le rodean.
Fue la actriz María Guerrero quien encarnó a Carlota, sin embargo, la obra estrenada en un teatro de Santander, el 23 de septiembre de 1904, fue un total fracaso y contó con muy malas críticas, de ahí que no haya tenido relevancia.
La librera ha asegurado que existen copias del manuscrito porque para representar la obra cada actor tenía que tener el texto, una de ellas está en EEUU, pero la original es esa que ella ha atesorado durante veinte años y que ahora ha vendido.