Brand aseguró a la televisión holandesa NOS que ha estado desde 2010 buscando estas dos piezas, que habían sido hurtadas por ladrones de arte profesionales desde la ermita visigoda, patrimonio nacional desde 1921, y vendidas más tarde a un comerciante francés que las ofreció en el mercado como decoración de jardín.
Ambas piedras, de unos 50 kilos cada una, tienen tallado el rostro de un evangelista, uno de ellos es Juan el Apóstol y el otro sigue siendo una incógnita.
El investigador avisó de su hallazgo al departamento de arte de la Policía holandesa y esta se hizo cargo del caso, y contactó con las autoridades francesas y españolas para coordinar la entrega de estas piedras que, se llevó a cabo este lunes en un acto privado en la Embajada española en Londres.
Las dos piezas, de incalculable valor, estaban expuestas como adornos en el jardín de una familia aristócrata inglesa, cuya identidad se mantiene en el anonimato, que desconocía su importancia y antigüedad, y las tenían cubiertas de barro y hojas de árbol.
Las piedras fueron entregadas a la Guardia Civil española, que acudió a recogerlas a Londres, junto a dos conservadores del Museo de Burgos, según Brand.
Arthur Brand es un conocido investigador de arte en Holanda y cuenta con varios hallazgos en su currículo; el más famoso en 2015, cuando localizó las dos estatuas de bronce conocidas como Los caballos de Hitler de Josef Thorak (1889-1952), desaparecidas durante la Alemania comunista.