Los restos se han podido recuperar gracias a los materiales piroclásticos liberados durante la erupción del Vesubio que protegieron estas muestras de más de 19 siglos de antigüedad
Como todos ellos son técnicamente reptiles pero las aves fueron los únicos que sobrevivieron a la extinción masiva de finales del Cretácico, no estaba clara esta cuestión
Su estado de conservación “inusual”, casi inexplicable por las condiciones en las que fue enterrado, une a ciencia y religión en un sentimiento común de estupefacción